Ventajas y desventajas de aplicar el teletrabajo en tu empresa

Son muchas las empresas que están optando por incluir medidas de flexibilidad en la forma de gestión de sus recursos humanos, según Hays

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ABC

Uno de los máximos exponentes de la flexibilidad laboral es el teletrabajo ya que permite a los empleados trabajar fuera de la oficina de forma telemática. Son muchas las empresas que están optando por incluir el teletrabajo en la forma de gestión de sus recursos humanos. Por un lado, las empresas tratan con esto de mejorar sus políticas laborales y por otro, el empleado consigue conciliar mejor las competencias entre hogar y trabajo, según aseguran los expertos en selección y reclutamiento de Hays.

A pesar de las ventajas que presenta, los expertos recuerdan que son muchas las organizaciones que todavía prefieren el modelo convencional de trabajo en la oficina y cómo algunas que apostaron por incluir el teletrabajo están volviendo al modelo tradicional tras una experiencia no tan positiva. «En los últimos tiempos, algunas compañías se cuestionan si realmente el teletrabajo favorece al negocio o si tiene un impacto positivo en las propias dinámicas de equipo. Por este motivo, en muchas compañías, la flexibilidad laboral se ha visto cuestionada», asegura Fernando Calvo, director de People & Culture de Hays España.

La flexibilidad en el lugar de trabajo puede conllevar riesgos como, por ejemplo, el aumento de tensiones entre jefes y empleados por su impacto en valores organizativos como la lealtad, el sentimiento de pertenencia al equipo, la motivación o el compromiso del colaborador.

Según Fernando Calvo, «lo primero que una empresa debe tener claro a la hora de implementar medidas de flexibilidad es que es un camino de difícil retorno. Una vez que el empleado tiene la capacidad de decidir su lugar de trabajo diario, será difícil que acepte perderlo aun cuando desde un punto de vista de resultados se demuestre la ineficiencia de la misma».

Por lo tanto, antes de tomar una decisión de este tipo, es importante que la jefatura se pregunte si existe una solución igual de factible para mantener a ambas partes satisfechas, si el negocio permite esta flexibilidad y si los procesos internos de aprendizaje, integración comunicación y rendimiento son adaptables a estas nuevas formas de trabajo. Como todos los procesos de cambio requieren de tiempo, herramientas, modificación de comportamientos y formas de gestión diferentes, que de por sí y en cualquier circunstancia no son fáciles ni sencillos de conseguir.

Definir bien los objetivos

Los empleados que teletrabajan tienen la capacidad de establecer nuevos desafíos en comunicación, ya que disponen de la libertad suficiente para elegir cuándo y dónde trabajar, siendo capaces de crear climas laborales de confianza. Pero este clima de confianza solo se establecerá cuando se hayan establecido estándares de rendimiento muy claros, modelos de comunicación definidos para relaciones a distancia y sistemas de aprendizaje y desarrollo profesional adaptados al nuevo entorno.

Parece claro que la integración de los nuevos empleados, los modelos de aprendizaje por imitación, la coordinación y el trabajo en equipo se verán afectados si el empleado trabaja en remoto. No quiere decir esto que no se puedan paliar los posibles impactos negativos con medidas que sustituyan la no presencia, pero el nivel de control en cuanto a la fijación de objetivos, comunicación en el equipo y desarrollo de personas tendrá que ser superior al requerido en una forma de trabajo más tradicional y presentista.

El director de People & Culture de Hays España agrega que «la digitalización es otro factor importante. En los últimos años, ha permitido que los empleados cualificados puedan trabajar de forma eficiente, flexible y remota. Además, permite que la demanda de nuevos perfiles sea constante y aumente dentro de las empresas. Cada vez más, las organizaciones tienen la obligación de centrar sus esfuerzos en la formación y adaptación de sus trabajadores al nuevo panorama tecnológico que se presenta».

Herramientas como el portátil y el móvil, sistemas de comunicación como skype, «facetime», etc… han facilitado que los empleados puedan trabajar desde cualquier lugar y en cualquier momento. Esto tiene efectos muy positivos y de sobra conocidos, pero también otros que no lo son tanto. Uno de ellos y de los primeros en aparecer es cómo la barrera entre horario profesional y personal se difumina. En algunos países de nuestro entorno el regulador se está planteando intervenir con limitaciones horarias en el uso de estas herramientas, lo que limita claramente el concepto de flexibilidad.

El experto de Hays concluye que, por lo tanto estas medidas pueden ser muy positivas y que tenemos muchos ejemplos de ello, pero que hay que ser consciente de que una vez se toman reducirlas puede ser un gran riesgo para la retención de talento en las compañías.

Por último, «para evitar la pérdida de empleados con talento es crucial identificar el trabajo que se puede hacer desde casa, el que necesita colaboración e interacción con los compañeros de equipo y si todos los empleados pueden disfrutar del mismo modelo organizativo o se circunscribe a unidades o momentos de desarrollo profesional diferenciados».

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