Durante los últimos días se ha recrudecido el enfrentamiento en España entre el sector del taxi y los servicios de VTC
Durante los últimos días se ha recrudecido el enfrentamiento en España entre el sector del taxi y los servicios de VTC - REUTERS

Uber traslada la sede de su filial española de Barcelona a Madrid

La firma, que en diciembre de 2014 abandonó la Ciudad Condal debido a una orden judicial, argumenta que quiere reforzar su apuesta por la capital española

MADRID Actualizado: Guardar
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En pleno pulso con el sector del taxi, Uber, el gigante de los servicios de vehículos de alquiler con conductor (VTC), ha decidido trasladar la sede social de su filial española, Uber Systems Spain, de Barcelona a Madrid, en un movimiento que se interpreta como una apuesta de la compañía norteamericana por reforzar su presencia en la única ciudad española en la que opera actualmente, después de que se viera obligada en 2014 a suspender por mandato judicial su servicio de alquiler de coches de particulares (UberPop) en Madrid, Valencia y Barcelona, confirman fuentes de la empresa.

Tras la prohibición, dictada por el Juzgado de lo Mercantil número 2 de Madrid, Uber regresó a España en 2016 con una estrategia remozada, pero únicamente en Madrid: el servicio UberX, que ofrecen conductores profesionales con licencia VTC.

La compañía no ha ocultado que su deseo era volver a prestar servicios en la Ciudad Condal, pero que la escasez de licencias VTC, por los límites impuestos por la actual legislación española de una licencia de este tipo por 30 de taxis, alejaba esta posibilidad.

«Se trata de un proceso administrativo. En realidad hace ya más de un año que nos mudamos a Madrid, ciudad en la que ya hay disponibles tres servicios de Uber y donde seguimos creciendo incluso por encima de nuestras expectativas», explica un portavoz de la compañía. La nueva sede se ubica en la calle Capitán Haya, en el edificio Eurocentro, tal y como recoge el Boletín Oficial del Registro Mercantil.

Estas mismas fuentes rechazan que la mudanza guarde relación con la búsqueda de mejores condiciones de fiscalidad y se limitan a recalcar que la compañía está satisfecha con los resultados que están cosechando en la capital española, aparte de UberX, los servicios de UberOne (con coches eléctricos Tesla, de alta gama) y UberEats (comida a domicilio).

Lo cierto es que las autorizaciones de VTC en la Comunidad de Madrid, actualmente en 2.223, resultan muy superiores a las que se pueden encontrar en Cataluña, 853, pese a que el número de taxis es similar (15.544 en la primera comunidad autónoma y 12.497 en la segunda). Fuentes del sector achacan esta disparidad al crecimiento exponencial de las autorizaciones obtenidas por la vía judicial correspondientes a recursos presentados entre 2009 y 2013, un periodo en el que se produjo una especie de vacío legal, puesto que la normativa entonces vigente no establecía la proporción de una autorización VTC por 30 de los taxis. Esta laguna legal afectó, especialmente a Madrid, donde se calcula que se han otorgado 1.705 licencias mediante recursos en los tribunales.

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