La caída del bono alivia a las empresas de telefonía y energía más endeudadas

Las condiciones favorables del mercado financiero han provocado un cambio de tendencia en el nivel de deuda de las empresas de la Bolsa desde el cierre de 2015, así como en sus condiciones de financiación. El bono español a diez años continúa su senda descendente, después de que el pasado lunes lograra el hito de caer por debajo del 1%, un retroceso que no solo reduce el coste de la deuda para las arcas públicas, sino que también tiene un efecto directo en las facilidades de financiación de las compañías españolas.

No se trata de una tendencia repentina: gracias a las mejores condiciones para financiarse, las firmas del Ibex han puesto fin a la estrategia de desapalancamiento de los últimos años.

Durante el último semestre, según los datos que dieron a finales de julio la mayor parte de las cotizadas (excepto Inditex, que dispone de un ejercicio fiscal distinto al resto), las compañías del Ibex 35 se endeudaron un 1,49% más en los primeros seis meses del año por los procesos de expansión y de refinanciación acometidos aprovechando las condiciones del mercado. En este cálculo se incluye Meliá, que entró el pasado lunes en el principal selectivo en sustitución de FCC.

La influencia de los bajos tipos de interés sobre la deuda corporativa es directa y prácticamente proporcional a su volumen de apalancamiento. El analista del «broker» online XTB, Joaquín Robles, explica que el panorama de tipos bajos «provoca la retirada de los inversores de deuda soberana» hacia bonos corporativos, por lo que el interés al que se financian las empresas resulta menor. Lo mismo ocurre con aquellas empresas interesadas en adquirir algún negocio internacional como Repsol, Telefónica, Abertis, ACS o Ferrovial que han comprado compañías extranjeras recientemente.

«Beneficia tanto a las más endeudadas como a las que se disponen a endeudarse», remacha Daniel Pingarrón, analista de IG Markets. Esto es así porque el abaratamiento del bono soberano aminora, asimismo, el coste de posibles emisiones en el futuro, así como la renegociación de la deuda.

Mayor volumen de deuda

La empresa española del Ibex con mayor volumen de deuda neta durante el primer semestre de 2016 fue Telefónica, con 52.568 millones de euros, lo que supone un 5,5% más con respecto al cierre de 2015. La empresa justifica este dato por el reparto de dividendos entre sus accionistas y la compra de autocartera, además del proceso de saneamiento debido a la frustrada venta de su filial en Reino Unido, O2.

La segunda compañía que más se beneficiará de la situación de abaratamiento del mercado es Iberdrola, cuya deuda financiera neta se situó en 27.978 millones de euros. Aunque su nivel de deuda aumentó en 1.777 millones desde junio del 2015 —por el proceso de consolidación de su filial en EE.UU. UIL Holdings—, la ratio se redujo en los primeros seis meses de 2016 un 0,3%.

Gas Natural es la tercera empresa del Ibex que más deuda registró hasta alcanzar los 15.832 millones de euros, un 1,2% en el primer semestre. La empresa acusó un incremento del 1,1% por la adquisición de intangibles y materiales —distribución eléctrica— por valor de 629 millones de euros. En este grupo también se encuentra Abertis. La concesionaria de infraestructuras se endeudó un 12,8% más en la primera mitad del año por la compra del 50% de la compañía chilena Autopista Central, situándose en 14.157 millones.

Por encima de los 10.000 millones de deuda también se encuentran Repsol y AcerlorMittal, aunque ambas redujeron su nivel de deuda en el primer semestre de 2016 un -1,9% y -19%, respectivamente. Otra empresa que aprovechó la coyuntura financiera del primer semestre del año fue ACS, quien amplió su deuda un 42,6% por la inversiones en Hochtief y Cimic, hasta situarse en 3.741 millones de débito.