Paula y José Almansa (en primera fila) posan junto a su equipo con los trabajadores de la Real Fábrica
Paula y José Almansa (en primera fila) posan junto a su equipo con los trabajadores de la Real Fábrica - Inma Flores

Tapices del futuro en la Real Fábrica

La Real Fábrica de Tapices es el hogar de Loom House, firma que busca dar una vuelta de tuerca al coworking

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La efervescencia innovadora y el viejo saber artesano reunidos en un mismo espacio y con un único objetivo: la creación. Esa es la propuesta de Loom House, un punto de encuentro de iniciativas empresariales que ha elegido parte de las instalaciones de la Real Fábrica de Tapices como singular e inspiradora base de operaciones. Una iniciativa que actúa como motor emprendedor y contribuye al mismo tiempo a mantener parte del patrimonio cultural de nuestro país. Los hermanos Almansa, responsables del proyecto, han invertido cerca de 500.000 euros en rehabilitar una de las manufacturas -con problemas de subsistencia- más longevas y con más historia de nuestro país: la Real Fábrica de Tapices, creada en 1720 por Felipe V y declarada Bien de Interés Cultural en 2006.

Un ejemplar maridaje que podría servir de modelo para dar una segunda vida a innumerables edificios «singulares» que sobreviven entre la decadencia y el abandono.

Sus creadores, referentes del co-working como cofundadores hace diez años del Impact Hub Madrid, encontraron en este inmueble -situado en el corazón de Madrid y a las puertas de la estación de Atocha- el lugar ideal para el objetivo principal de su proyecto: «Crear un espacio de innovación colaborativa. Una comunidad vibrante de innovadores donde exista la heterogeneidad y todos se caractericen por ser líderes en innovación en su sector». Bajo esta premisa, en los más de 4.000 metros de Loom, han aterrizado ya compañías líderes en innovación, como Future Light House, estudio de creación de realidad virtual, creadores del primer episodio de VR interactivo de una serie de televisión: « El Ministerio del Tiempo»; Ashoka, líderes a nivel internacional en la apuesta por la innovación y el emprendimiento social; Placebomedia, Tranding Desk independiente que cuenta con casi veinte años de desempeño en el sector de la publicidad off y online; Light & Studio, creadores de soluciones innovadoras a proyectos de iluminación para algunos de los estudios de decoración y arquitectura más importantes del mundo; o Variopinto, una productora audiovisual que mira a sus clientes de forma global e innovadora.

Empezaron las negociaciones

«Fue en marzo de 2016 -cuenta Paula Almansa- cuando comenzaron las negociaciones con Alejandro Klecker de Elizalde, gerente y administrador general de la Real Fábrica de Tapices, y en mayo cuando comenzamos a hacer uso del espacio». Klecker acababa de llegar al cargo con el objeto de realizar un diagnóstico y un plan de viabilidad para el resurgimiento de la institución, que acumulaba una deuda de más de seis millones de euros. Entre las medidas a tomar por el gerente se hallaba el buscar un inquilino de especiales características que pudiera utilizar el espacio de los antiguos secaderos y naves que estaban sin uso. «Compartir los espacios con una empresa tan singular como Loom House -confiesa Alejandro Klecker- ha supuesto entre otras cosas generar un ambiente de coincidencia entre trabajos de artesanía de lujo y proyectos de alta tecnología, que son fines de la Fundación Real Fábrica de Tapices».

Pero lo más importante, insiste, «es que tenemos identificados varios proyectos que podríamos acometer conjuntamente con Loom House, como la investigación en divulgar la actividad del museo y archivo en nuevos formatos intentando que sea una visión tridimensional, y que sobre todo los más jóvenes interactúen de alguna manera con los procesos de fabricación, bien con realidad virtual o aumentada, y que puedan tejer digitalmente un tapiz o alfombra; o la investigación de la conservación de tejidos a largo plazo. Tenemos obras de más de 500 años de antigüedad y nuestra misión es que se mantengan para el patrimonio de todos los españoles», precisa Klecker.

Artesanos de siempre y emprendedores, hilos y tecnología digital... puntada a puntada Loom House continúa escribiendo una historia que comenzó en la Real Fábrica de Tapices hace 300 años y que hoy mira hacia el futuro.

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