Transporte

La red AVE sigue creciendo y encara ya los 30 millones de viajeros anuales

La tendencia sigue sin tocar techo, este año crece a un ritmo del 4% y consolida su amplia ventaja sobre el avión

Un tren AVE en la estación madrileña de Atoca Juan Carlos Soler
Roberto Pérez

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Los trenes de Alta Velocidad superaron en 2017 su récord histórico de viajeros, al rozar los 29 millones en solo 12 meses . Ese fuerte aumento de la demanda de Alta Velocidad ha reforzado al tren por encima del avión en desplazamientos peninsulares de larga distancia. Durante el último año, el tren casi duplicó al avión en número de viajeros en trayectos de larga distancia en la España peninsular. Y las tasas de incremento que está acumulando el ferrocarril hacen que siga manteniendo esa ventajosa distancia respecto al tráfico aéreo.

Desde 2008, los trenes de larga distancia han ganado en España casi 10 millones de viajeros en cómputo anual. En estos momentos, la inmensa mayoría de quienes realizan viajes largos en tren los hacen en Alta Velocidad . Durante el último año, de los 33 millones de viajeros que utilizaron trenes de larga distancia, más de 21 millones usaron servicios de Alta Velocidad.

La extensión de las redes AVE hace años que convirtió a España como primera potencia europea en este segmento de transporte. Los servicios de Alta Velocidad suman actualmente 3.200 kilómetros de líneas ferroviarias. Fue en 2010, con la entrada en servicio de la línea Madrid-Albacete-Valencia (438 kilómetros), cuando España se convirtió en el primer país de Europa y el segundo del mundo -solo por detrás de China- en kilómetros de altas prestaciones ferroviarias.

Esa progresiva extensión de la red de Alta Velocidad ha sido, a la vez, causa y efecto del aumento de la demanda ferroviaria . La ampliación de esas líneas ha ido en paralelo al incremento de viajeros, lo que apunta a que la Alta Velocidad ha incrementado el atractivo del tren; y, al mismo tiempo, la extensión de la red de altas prestaciones ha hecho que cada vez sea mayor la porción de viajeros que utilizan servicios de Alta Velocidad.

En 2017, el 64% de quienes viajaron en trenes de larga distancia lo hicieron en servicios de Alta Velocidad: 21,1 millones de un total de 32,9 millones de viajeros. Hace diez años, prácticamente se repartían al 50% entre trenes convencionales y AVE.

Avant, media distancia

En recorridos de media distancia, la Alta Velocidad también ha ganado protagonismo con el paso de los años. Servicios como los Avant -caso de los que conectan a diario a Calatayud y Zaragoza- han ido acaparando un número creciente de usuarios conforme se han ido implantando en diversos puntos de España. El año pasado, los servicios de media distancia en Alta Velocidad acapararon más de 7,6 millones de viajeros.

El gran despegue del segmento AVE en España se ha producido en los diez últimos años. Ha sido cuando ha tenido lugar la entrada en servicio de las conexiones de mayor calibre, con la llegada de la Alta Velocidad a Barcelona, su conexión con Francia y la entrada en servicio del corredor Madrid-Valencia. A todo ello se ha unido la extensión de la red por el cuadrante nordeste peninsular, y las ampliaciones en la mitad sur.

Desde 1992

La Alta Velocidad llegó a España en 1992 , cuando entró en servicio la primera línea, que conectó Madrid con Sevilla . Después se encaró la construcción del segundo gran corredor, el encargado de conectar Madrid con Barcelona y la frontera con Francia. En 2003 entró en funcionamiento parcialmente, cuando se inauguró el trayecto Madrid-Guadalajara-Calatayud-Zaragoza-Lérida. En 2006 alcanzó Tarragona, en 2008 llegó a Barcelona y en 2013 el trazado hasta la frontera francesa.

El año pasado utilizaron los trenes de Alta Velocidad en España un total de 28,7 millones de viajeros –tanto trenes AVE como Avant-, un 76% más que en 2008 . Y ese aumento de la demanda no ha tocado techo. Durante el primer trimestre del presente año, los viajeros de trenes Avant han aumentado en casi un 3% respecto al mismo periodo de 2017; y los usuarios de trenes de Alta Velocidad en larga distancia han aumentado en un 4,1%.

Además, hay que tener en cuenta los trenes que, sin ser al cien por cien servicios íntegramente de Alta Velocidad, sí que circulan parcialmente por líneas AVE y ofrecen altas prestaciones en parte de sus recorridos. Es el caso de los Alvia, trenes de ancho variable que pueden circular tanto por vías de Alta Velocidad como convencionales. En 2017, en esos trenes Alvia viajaron casi ocho millones de viajeros.

Ese continuado incremento en el número de usuarios de servicios AVE y Avant seguirá durante años, al calor de los nuevos tramos que irán entrando en servicio . La malla del AVE se sigue extendiendo por el norte, hacia Galicia, Asturias, Cantabria y el País Vasco; hacia Extremadura; y por el Levante y Andalucía.

Obras en marcha

Esa expansión de la red de Alta Velocidad en la que sigue inmersa España hace que, en los últimos años, las inversiones en este apartado hayan alcanzado a prácticamente toda la España peninsular, en mayor o menor grado. Por ejemplo, en el bienio 2015-2016, la empresa pública ADIF-Alta Velocidad invirtió 793 millones de euros en Castilla y León, 508 millones en Galicia, 318 en Andalucía, 299 en Cataluña y 280 en la Comunidad Valenciana. También 141 millones de euros en el País Vasco, unos 129 millones en Extremadura y alrededor de 114 millones en Asturias. Aunque en menor cantidad, esas inversiones también recalaron en Cantabria, Aragón, Navarra, Castilla-La Mancha, Murcia y la Comunidad de Madrid.

El tren gana al avión

La irrupción de la Alta Velocidad disparó la competencia entre el tren y el avión en recorridos de larga distancia dentro de la Península . El caso más ejemplificador ha sido el del corredor Madrid-Barcelona: diez años después de que entrara al servicio esa conexión de Alta Velocidad, el tren ha desbancado al puente aéreo y disfruta de una cuota de mercado del 65% . El año pasado, los servicios de Alta Velocidad entre Madrid y Barcelona volvieron a ganar viajeros.

En cómputo global, los servicios ferroviarios casi duplican en viajeros a los que suma el avión en trayectos de larga distancia dentro de la Península. Según los datos estadísticos del INE, Renfe y Aeropuertos (Aena), de abril de 2017 a abril de 2018 el tren sumó 31,79 millones de viajeros en larga distancia -1,1 millones más en cómputo interanual-, mientras que el avión, en esos 12 meses, acumuló 15,34 millones de pasajeros en trayectos dentro de la Península, 1,33 millones de viajeros más en términos interanuales.

El avión, en el mercado intrapeninsular, alcanzó su máximo histórico hace diez años, cuando registró un total de 23,3 millones de pasajeros. Tocó techo en aquel momento, justo el año en que se completó y entró en servicio la línea de Alta Velocidad entre Madrid y Barcelona. Pese a los repuntes de demanda que se han producido, el avión sigue muy alejado de aquel máximo que registró hace diez años, mientras que el tren continúa en tendencia creciente.

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