La entidad ha abierto ya un proceso para su venta a otro banco
La entidad ha abierto ya un proceso para su venta a otro banco - REUTERS

Saracho desactiva las fuerzas tradicionales del Popular

La entidad nombra un nuevo secretario del consejo tras el cese del histórico Francisco Aparicio Valls

MADRID Actualizado: Guardar
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El histórico núcleo duro de accionistas del Popular, formado por las familias tradicionales y el Opus Dei, ha perdido casi todo su poder en la cúpula del banco. Emilio Saracho llegó a la presidencia de la entidad financiera con la intención de renovar el consejo de administración y nombrar al máximo número posible de vocales independientes. El cese, ayer, del secretario del consejo, Francisco Aparicio Valls, hombre de confianza de los accionistas tradicionales, último afín a Ángel Ron y que llevaba en el cargo desde 2003, marca el fin de una época en el sexto banco del país.

El órgano de máxima dirección del Popular, que ayer se reunió con carácter ordinario pero previsiblemente también para analizar las ofertas no vinculantes de las entidades interesadas en adquirirlo — Santander, BBVA y Bankia—, nombró nuevo secretario a Joaquín Hervada, abogado y con experiencia como secretario y consejero en otras compañías, y a José Andrés Barreiro como consejero independiente.

La Sindicatura de Accionistas, que aglutina títulos de empleados del banco y de las familias tradicionales de la entidad, ostenta el 9,6% del capital del Popular, siendo el primer accionista de referencia.

Tras la abrupta dimisión de Ron el año pasado como presidente, esa Sindicatura logró mantener en la cúpula a su representante, José Francisco Mateu, y a su principal valedor, Aparicio Valls. Eran los dos últimos defensores de la herencia del histórico presidente del Popular, Luis Valls Taberner: la independencia de la entidad y el rechazo a ser absorbido por cualquier otro competidor.

«La independencia es un valor hasta que es una carga», avisó Saracho en la junta de accionistas del pasado 10 de abril. El nuevo presidente ha ido construyendo no solo un equipo directivo a su medida, sino también un consejo de administración repleto de consejeros independientes, sin vínculos con el pasado y la historia del banco y por tanto dispuestos a tomar decisiones como una venta de la entidad.

Antes de Aparicio el consejo de administración decidió prescindir, hace menos de un mes, de Vicente Pérez, quien fuera vocal de la Unión Europea de Inversiones, que dentro de la Sindicatura aglutina a las familias. Ayer, el Popular nombró como consejero independiente por cooptación precisamente para cubrir la vacante de Pérez a Barreiro, exdirectivo de BBVA.

Con estos últimos cambios no queda en la cúpula de la entidad ningún heredero de la etapa de Ron y sus antecesores. Aun así, el goteo de sustituciones podría no terminar aquí. Fuentes financieras explican que es previsible que en la próximas semanas se produzca también la salida de nombres como Helena Revoredo, presidenta de Prosegur, y José María Arias, expresidente de Banco Pastor.

Los planes de Saracho pasan por mantener el mismo tamaño de la cúpula: 15 miembros. Estos serán los encargados de decidir el futuro del banco. La prioridad actual es su venta, para lo cual ya ha abierto un proceso de ofertas y puesto fecha para tomar una decisión final: el 10 de junio. Bankia, tal y como anunció el ministro de Economía, Luis de Guindos, está en la puja, y se da por hecho que al menos también el Santander y BBVA están mirando los números del Popular, que incluyen dos cifras clave: el déficit de provisiones que aún tiene y la factura de posibles litigios de accionistas.

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