Manuel Manrique, presidente de Sacyr
Manuel Manrique, presidente de Sacyr - JOSÉ RAMÓN LADRA

Sacyr ganó 120 millones en 2016, un 67,5% menos por la ausencia de extraordinarios

El beneficio bruto de explotación (Ebitda) de la compañía creció un 13%, hasta 359,6 millones de euros

Madrid Actualizado: Guardar
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El grupo constructor y de concesiones Sacyr obtuvo el año pasado un beneficio neto de 120,2 millones de euros, un 67,5 % menos que en 2015, ejercicio en el que se anotó una plusvalía de 1.280 millones por la venta de Testa, su filial inmobiliaria, a Merlin Properties.

Sin embargo, si se tiene en cuenta sólo el resultado de las actividades continuadas, Sacyr logró el año pasado un beneficio de 135,2 millones, frente a las pérdidas de 799,7 millones registradas en 2015, según la comunicación remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

El beneficio bruto de explotación (ebitda) creció un 13 %, hasta 359,6 millones de euros, mientras que la cifra de negocio se situó en 2.860,5 millones, un 3 % menos que en 2015.

El descenso en la facturación se debe, según Saycr, a la actividad de construcción y responde a la estrategia de primar la rentabilidad y la generación de caja frente al volumen.

El director general financiero de Sacyr, Carlos Mijangos, ha destacado que 2016 ha sido "un año de consolidación financiera, con una relevante reducción de la deuda y un crecimiento internacional en los mercados estratégicos", según declaraciones facilitadas por la empresa.

Por áreas de negocio, la de construcción facturó 1.249,9 millones, un 25 % menos, y su ebitda se redujo un 25,8 %, hasta 58,1 millones.

Según la empresa, esta actividad acusa, sobre todo, la desaceleración en los mercados en los que opera su filial portuguesa Somague. El área de concesiones registró una cifra de negocio de 552,4 millones, un 2 % menos, pero su ebitda aumentó un 12,3 %, hasta 206 millones.

Reducción de la deuda

En este capítulo, los ingresos de explotación aumentaron un 11,6 %, hasta 309,5 millones, pero los de construcción se redujeron un 15,2 %, hasta 242,9 millones. En el área de servicios, la facturación creció un 19 %, hasta 908,2 millones, mientras que el ebitda se incrementó un 8,1 %, hasta 76 millones.

Por último, el área industrial alcanzó una cifra de negocio de 400,6 millones, un 38,1 % más, y un ebitda de 30,1 millones, un 43,1 % más. La cartera de ingresos futuros asciende a 25.956 millones, de los que el 52 % corresponde a proyectos internacionales.

La deuda neta del grupo se situó al cierre del ejercicio en 3.726 millones, 508 millones menos que al término del tercer trimestre. De esta cifra, 526 millones corresponden a deuda corporativa, 765 millones están asociados a la compra de la participación en Repsol y 2.187 millones, a la financiación de proyectos.

Mijangos ha explicado que dos operaciones de derivados sobre acciones de Repsol para limitar la exposición al precio del petróleo y el destino dado a los últimos fondos procedentes de la venta de Testa han permitido reducir en 885 millones el préstamo asociado a la participación en la petrolera.

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