El Sabadell gana casi un 33% más gracias a los menores saneamientos
La filial británical del banco, TSB, pierde 44 millones en tres meses por los costes de la integración
La absorción del banco británico TSB, que compró hace tres años por 2.300 millones de euros, continúa condicionando las cuentas del Sabadell. La entidad presidida por José Oliu cerró los tres primeros meses de 2018 con un beneficio neto de 259,3 millones de euros, un 32,8% más que en el primer trimestre del año pasado. Las menores necesidades de provisiones para saneamientos, el peso todavía alto de los ingresos por compraventa de deuda soberana y en menor medida la mejora del negocio permitieron al grupo compensar los gastos extraordinarios de la migración tecnológica de TSB a la plataforma del Sabadell, que se cerró el pasado fin de semana.
Esa integración de ambas plataformas, que se ha retrasado medio año frente a lo previsto y ha supuesto un sobrecoste de 92 millones de euros por esa demora, ha disparado los costes de explotación del grupo entre enero y marzo casi un 13%, hasta 753 millones, de los cuales 77 son no recurrentes ligados precisamente a esa fusión de tecnologías. El banco ha señalado este jueves que a partir de este trimestre esa integración le generará ya ahorros, en concreto unas sinergias de 183 millones de euros en varios años.
La migración ha generado graves incidencias a los clientes de TSB que han obligado al Gobierno británico a pedir explicaciones públicas al Sabadell, que tuvo que cerrar e acceso a la banca "online" y la aplicación móvil durante varios días. El servicio, según ha explicado la entidad, ha quedado restablecido desde este miércoles. "La normalidad quedará restablecida progresivamente en los próximos días", ha garantizado el grupo, que confía en que a principios de la próxima semana la normalidad sea total.
"La afectación va a ser controlable" , ha dicho en rueda de prensa el consejero delegado del Sabadell, Jaime Guardiola, quien admitió que la solución a esos problemas se retrasó más de lo previsto y descartó una fuga de clientes por una pérdida de confianza. En este sentido, el "número dos" de la entidad ha confirmado que el grupo compensará a aquellos usuarios que debido a esas incidencias hayan sufrido alguna pérdida económica.
Como fuere, esos gastos extraordinarios de la migración tecnológica del TSB han llevado a la filial británica del Sabadell ha registrar en el arranque de 2018 unas pérdidas de 43,8 millones de euros. Sin ellas, el beneficio trimestral del grupo hubiese superado los 300 millones de euros. Cabe recordar que la entidad aspira a ganar al cierre de 2020, cuando termina el nuevo plan estratégico en marcha, unos 1.400 millones anuales . TSB, según ha detallado Guardiola, aportará entonces un 20% del beneficio, esto es, unos 280 millones, frente al 10% que se prevé que aporte en este año aún de transición
Esos "números rojos" de TSB entre enero y marzo han sido compensados por el Sabadell con unas menores dotaciones a provisiones, que se redujeron un 51,8%, a apenas 245 millones. Y eso que el esfuerzo en provisiones hecho en la recta final del pasado ejercicio ha permitido al banco elevar la cobertura de los activos inmobiliarios improductivos por encima del 56% para acelerar así la enajenación de los créditos e inmuebles impagados y adjudicados. Al cierre del pasado trimestre el Sabadell mantenía en balance 15.216 millones de euros en activos improductivos, al reducirlos en esos tres meses en 251 millones. La entidad sondea ventas de grandes carteras a inversores institucionales para acelerar ese saneamiento, y tampoco descarta a futuro la enajenación de Solvia.
Más allá de esa progresiva mejora de la calidad del balance, la dirección del Sabadell ha resaltado este jueves el "sólido crecimiento del negocio bancario". A pesar de un trimestre algo más flojo en la generación de ingresos debido básicamente a la repreciación de la cartera por el Euribor y una ralentización del pulso comercial en Reino Unido a raíz de la integración, lo cierto es que el margen de intereses del banco creció un 1,9%, a 911,5 millones de euros, y la facturación por comisiones se elevó un 6,5%, a 314,4 millones, gracias fundamentalmente a la mayor actividad en fondos de inversión, gestión de patrimonios, venta de seguros y también un aumento de las comisiones ligadas a las cuentas a la vista. La caída de los resultados por operaciones financieras (-36,8%) hace que la partida de ingresos totales del banco caiga un 5,8%, a 1.455,1 millones, aunque siguen aportando 226 millones, más del 15,5% de los ingresos.
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