El reto de mantener la esencia sin perder el carro tecnológico

A su tradicional encrucijada del relevo generacional la empresa familiar añade ahora el desafío de la disrupción digital

Maribel Núñez

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En estos días no hay reunión empresarial que se precie en la que no se hable de innovación y de disrupción. Parece el signo de los tiempos. Y, como no podía ser de otra manera, el XX Congreso de la Empresa Familiar celebrado esta semana en Toledo también ha girado en torno a ello. Estas compañías, que suman el 57% del PIB y el 67% del empleo privado de nuestro país, se enfrentan a un doble reto: el ya tradicional de articular relevos generacionales planificados y el de subir a la ola digital sin renunciar a la propia identidad. La presidenta de Fundación Cotec, Cristina Garmendia, explicó con una claridad meridiana que «el mundo ya no será nunca más como lo hemos conocido hasta ahora. La robotización y la inteligencia artificial van a dar lugar a cambios drásticos, de hecho, en España el 50% de las tareas son ya automatizables con la tecnología que existe, por lo que en cinco años no vamos a trabajar como lo hacemos ahora, y sobre todo las mujeres, que tienen mayor presencia en el sector manufacturero».

Pese a lo anterior la ex ministra de Sanidad e Innovación explicó que «ahora es más necesario que nunca el factor humano, los expertos relacionados con las disciplinas de letras que hagan un papel de moderadores, un convenio social para poder afrontar todos los cambios que vienen». Garmendia puso el ejemplo de que «todo lo que sea predecible lo hará mejor un algoritmo, como un diagnóstico médico pero, por contra, la profesión de enfermera es menos sustituible por una máquina por el componente humano que implica, y de ahí la necesidad de añadir el componente humano a los trabajos para garantizar su perdurabilidad».

Por su parte Rami Aboukhair, consejero delegado de Santander España, aprovechó su intervención para destacar el contexto favorable en que se encuentra la economía española y, por ende, las empresas familiares. «Nos consideramos el banco de las empresas españolas y, tras la compra del Popular que fue muy positiva para todas las partes, también lo seremos de las pymes».

Desde KPMG Hilario Albarracín, presidente de KPMG España, empezó su discurso alabando la labor de las empresas familiares, en el sentido de que «son lo mejor de nuestro sistema económico y su modelo es admirable en muchos aspectos. En estos momentos existe un alto volumen de liquidez en el mercado, impulsado por el fuerte dinamismo de los fondos de capital riesgo. Apreciamos, de hecho, que hay más demanda para invertir en empresas españolas que oferta. Creemos que la actividad de fusiones y adquisiciones será importante en todos los sectores, aunque destacamos los de energía, inmobiliario, infraestructucturas y financiero. Para aprovechar este dinamismo, se deberían seguir impulsando reformas estructurales que fomenten la inversión tecnológica y potencien la innovación y el aumento de la competitividad».

Además, añadió el representante de KPMG, «la disrupción tecnológica es más una oportunidad que una amenaza según 7 de cada 10 ejecutivos españoles encuestados en nuestro informe anual. Parte de esta oportunidad reside en impulsar la innovación de procesos, de productos, servicios, etc..».

El factor confianza

Desde los propios empresarios Ignacio Osborne, presidente del Instituto de Empresa Familiar y del Grupo Osborne, aprovechó su intervención para mandar un recado al Gobierno cuando aseguró que «cuando se llevan a cabo las reformas adecuadas las empresas respondemos, invertimos y creamos empleo pero para ello es necesario un buen marco de relaciones económicas, legales y administrativas que generen seguridad y confianza para poder invertir a largo plazo».

El presidente del Instituto recordó que España lleva catorce meses consecutivos en crecimiento y que el indicador de confianza económica está en máximos, mejor incluso que antes de la crisis.

Sin embargo, la alargada sombra del secesionismo catalán no estuvo ausente en el Congreso de Empresas Familiares. Osborne destacó «que no podemos poner en peligro la estabilidad del país; la inestabilidad genera incertidumbre y esta frena el desarrollo». Al margen del inquietante contexto político, el presidente del lEF volvió a pedir un pacto por la Educación y la implantación de la Formación Profesional dual para acabar con la alta tasa de paro juvenil.

Este Congreso, que además celebraba los XXV años de la creación del Instituto de la Empresa Familiar, se ha celebrado con un nivel de optimismo por parte de los empresarios que no se daba desde 2013. Según los datos de una encuesta telemática realizada entre los 500 asistentes, la mayoría calificó de situación de la economía española de 6,22 puntos en una escala de 0 a 9. Este positivo escenario hace que el 82% de ellos crea que va a tener un moderado aumento de la actividad económica con una limitada creación neta de empleo, 12 puntos porcentuales más que en la encuesta realizada el año pasado.

Otro de los datos positivos es que, consecuencia de lo anterior, el 73% de los empresarios familiares espera un aumento de la cifra de ventas, frente al 59% del año pasado y si se pregunta por las expectativas para dentro de tres años la situación la prevén aún mejor ya que el 84% espera mayor facturación, frente al 82% de hace un año.

Una de las novedades de la «radiografía» de este tipo de empreas es que, fruto de que salieron al exterior a vender productos de manera mayoritaria en los años de la crisis, ahora el 29% de ellas tiene ya producción fuera de nuestras fronteras, lo que supone el dato más positivo, ya que hasta antes de 2008 lo habitual era tener oficinas comerciales pero no producción propiamente dicha en el exterior.

Y, fruto de este optimismo, las plantillas crecerán ya que el 52% de los empresarios familiares asegura que aumentará empleo, frente al 48% del año pasado. De cara a la situación dentro de 3 años, el optimismo se mantiene incluso por enicma ya que el 68% espera tener más empleados, frente al 63% que se decantaba por esta opción en la encuesta realizada el año pasado.

El 60% de estas compañías, que suman el 57% del PIB y el 67% del empleo privado, cree que la innovación es elemento clave para su futuro

Otro de los empresarios que pasó esta semana por Toledo y tomó la palabra fue Alexandre Ricard, presidente de Pernord Ricard, quien explicó en primera persona como empezó desde cero en la empresa que era de su familia, todas las dificultades que ha atravesado y su tarea actual, de la que dedica el 80% a la gestión del talento, «aunque a nosotros lo que nos gusta es la gente que crece con nosotros dentro de la compañía porque asimilan algo así como nuestra filosofía y una gran mayoría asegura sentirse satisfecho en el trabajo». El máximo representante del holding que agrupa a marcas tan conocidas como Chivas o Ballantine’s cree que «el mundo está cambiando muy rápidamente, por lo que ya no vivimos en un país concreto como antes, sino en una especie de mundo global, de ahí que cualquier intento de proteccionismo sea tan negativo para el desarrollo económico mundial», en clara referencia a las políticas puestas en marcha por Donald Trump en EE.UU. y su retirada de algunos tratados de libe comercio internacionales.

Otra reciente encuesta sobre la salud de las empresas familiares en España realizada por PwC destaca, y volviendo a la cuestión de los retos pendientes, que el 69% de los encuestados en nuestro país cree que el principal desafío es la necesidad de innovación constante para mantenerse en la vanguardia, frente al 64% que lo sitúan entre sus prioridades en el resto del mundo. El estudio añade que el mencionado 69% en el caso de España afirma, además, contar con un plan para sacar el mayor partido posible en sus empresas de la ventajas de la digitalización.

Pese a la situación en Cataluña, las empresas familiares ven el futuro con optimismo: el 82% cree que su actividad crecerá este año

Por su parte aprovechar las ventajas de la digitalización y de las nuevas tecnologías es una prioridad para el 64% de los empresarios encuestados en España, frente al 47% de media que lo es para el resto de empresarios a nivel global. Los expertos de PwC creen que «en general las empresas familiares están bien posicionadas para triunfar en materia de innovación. Normalmente contestan en las encuestas que creen que son capaces de reinventarse a ellas mismas en cada nueva generación, concretamente alrededor de un 57%, porcentaje que ha ido subiendo ya que en 2012 eran el 47%». Hay algunos casos en los que la aventura tecnológica ha salido bien, como JBM en India o Mane Group en Francia, pero hay otros muchos que son simplemente la historia de un fracaso.

Un error común entre muchas empresas es que asocian digital a información, y el concepto va más allá ya que hay muchos desarrollos que se pueden realizar usando la tecnología como son los coches sin conductor, la automatización de tareas, hacer reparto de mercancías más eficientes y para mejorar en general la productividad. La cuestión es que dada la velocidad con que se están produciendo los cambios, las nuevas tecnologías y los modelos de negocio disruptivos, todas la empresas familiares o no, deben ser capaces de pensar más allá de las demandas inmediatas de sus clientes y de los negocios del día a día e intentar responderse a la pregunta de cómo será la situación en dos, cinco o diez años.

Empleo: reducir la brecha entre oferta y demanda

Un estudio elaborado por la Empresa Familiar, tras consultar a 42.000 directivos de empresas, concluye que es necesario potenciar en España la Formación Profesional (FP) dual como «una de las principales herramientas» para reducir las elevadas tasas de empleo juvenil. El director general del Instituto de la Empresa Familiar, Juan Corona, presentó en Toledo el avance del estudio «Formación, talento y empleo», en el marco del XX Congreso Nacional de la Empresa Familiar que se celebra en Toledo. El estudio apunta la necesidad de mejorar la formación para reducir la brecha que existe entre oferta y demanda de empleo. Apunta que entre 2011 y 2016 se ha triplicado la preocupación entre los empresarios por la falta de personal cualificado, jóvenes que no reúnen las condiciones que solicitan los empleadores, pese a que hay «más gente titulada que nunca». Los principales motivos que exponen los encuestados, según el informe, es la falta de experiencia, la escasez de candidatos disponibles, la falta de habilidades técnicas, la búsqueda de un sueldo más alto del que se ofrece por parte de los candidatos y la falta de habilidades personales. «Tenemos también problemas de actitud muy serios», ha afirmado Corona, quien ha citado algunas de las demandas de las empresas: resolución de problemas, orientación a objetivos y colaboración, entre otras.

El 73% de los empresarios espera un aumento de la cifra de ventas, frente al 59% de 2016

El 60% de estas compañías, que suman el 57% del PIB y el 67% del empleo privado, cree que la innovación es elemento clave para su futuro

Pese a la situación en Cataluña, las empresas familiares ven el futuro con optimismo: el 82% cree que su actividad crecerá este año

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