El ex consejero delegado del Santander Alfredo Sáenz
El ex consejero delegado del Santander Alfredo Sáenz - EFE

Los «retiros dorados» de la banca española

La indemnización de 349.000 recibida por Fernández Ordóñez al dejar el Banco de España está muy lejos de los 108 millones que percibió Ángel Corcóstegui al abandonar el BSCH en 2002

MADRID Actualizado: Guardar
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El Tribunal de Cuentas ha desvelado en un reciente informe que el exgobernador del Banco de España Miguel Ángel Fernández Ordóñez abandonaron el supervisor voluntariamente con una compensación conjunta por el régimen de incompatibilidad de casi 700.000 euros . Posteriormente, el actual gobernador, Luis María Linde, limitó las indemnizaciones a los altos cargos del banco central que decidan abandonar la institución por decisión propia. Ahora bien, los finiquitos en el supervisor bancario nacional están muy lejos de los retiros que las entidades bajo su vigilancia han pagado a sus más altos directivos.

Ángel Corcóstegui: 108 millones

El ex consejero delegado y exvicepresidente de Banco Santander Central Hispano Ángel Corcóstegui es hasta la fecha el banquero español con el finiquito más cuantioso. Después de la fusión del Santander y el Central Hispano en 1999, Corcóstegui, que también había participado en las fusiones que dieron lugar a BBV, recibió una pensión valorada en 108 millones de euros.

José María Amusátegui, copresidente del banco hasta 2001, percibió 48 millones. Esas cuantías fueron motivo de juicio en 2005 e investigadas por si pudiesen suponer un «perjuicio a la sociedad». La Justicia zanjó la investigación concluyendo que legalmente eran adecuadas, pero admitió que socialmente podrían ser reprochable.

Alfredo Sáenz: 88,1 millones

Alfredo Sáenz puede presumir de haber dirigido los dos grandes bancos españoles. El que fue mano derecha de Emilio Botín en el Santander durante 19 años abandonó la entidad en 2013, después de que el Tribunal Supremo anulase el indulto que el Gobierno de Rodríguez Zapatero concedió a Sáenz, condenado en 2011 a tres meses de prisión por un delito de acusación falsa.

Sáenz fue premiado como el mejor consejero delegado de la banca europea, y también acumuló el título de directivo español con mayor sueldo y uno de los banqueros mejor remunerados del mundo, pues en 2010 llegó a tener una retribución anual de más de 9 millones de euros. Al salir del Santander acumulaba un fondo de pensiones de 88,1 millones más un seguro de vida por 11,1 millones.

Su sucesor en el cargo, Javier Marín, fue relevado por José Antonio Álvarez al llegar Ana Botín a la presidencia. Marín dejó la entidad con el derecho a cobrar 800.000 euros anuales hasta su jubilación, lo que le reportará unos 14 millones, más un plan de pensiones por 4,3 millones.

Francisco Luzón: 63,5 millones

El consejero y director general para Iberoamérica de Banco Santander Francisco Luzón abandonó a principios de 2012 la entidad con 64 años de edad. La entidad le había dotado un plan de pensiones que al cierre de 2011 acumulaba un total de 63,5 millones de euros.

José Ignacio Goirigolzarri: 53 millones

José Ignacio Goirigolzarri tiene su salario como presidente de Bankia limitado a 500.000 euros anuales debido a que la cuarta entidad financiera del país fue rescatada con dinero público. Ahora bien, el banquero vasco ha sido uno de los más beneficiados por los retiros dorados en el sector financiero gracias a su paso por BBVA. En 2001 fue nombrado consejero delegado del segundo banco español por Francisco González, pero en 2009 pactó su salida de la entidad en régimen de prejubilación. Su plan de pensiones acumulaba 53 millones de euros que podrá cobrar una vez se jubile definitivamente. BBVA contemplaba además una indemnización de 60,9 millones en caso de cese involuntario, pero al acordar su salida no percibió esa compensación.

Cajas de ahorros: 60 millones

La Audiencia Nacional ha investigado e investiga las prejubilaciones millonarias pagadas a ex directivos de algunas de las cajas de ahorros que fueron rescatadas en 2012 con miles de millones de euros en ayudas públicas. Se trata de ex altos cargos de entidades como la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), Novacaixagalicia, CatalunyaCaixa, Caja Castilla-La Mancha (CCM), Caja Madrid, Caja Sur y Caixa Penedés. En total, estas cajas abonaron en su conjunto 60 millones en finiquitos a sus gestores, pese al descalabro financiero que esas mismas entidades habían sufrido bajo su mando. Además, y a diferencia de los bancos privados, en los que esas indemizaciones son transparentes, en muchos de estos casos esas remuneraciones se aprobaron a espaldas de los órganos de control de la entidad.

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