La presidenta de la Reserva Federal, Janet Yellen
La presidenta de la Reserva Federal, Janet Yellen - AFP

La Reserva Federal vuelve a elevar los tipos, que quedan entre el 1% y 1,25%

El organismo dirigido por Janet Yellen muestra su confianza en la economía y prevé un nuevo incremento este año a pesar del moderado crecimiento y el debilitamiento de la inflación.

CORRESPONSAL EN NUEVA YORK Actualizado: Guardar
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No hubo sorpresas en la decisión de la Reserva Federal de EE.UU. (Fed) sobre política monetaria tras los dos días de reunión de su Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, en sus siglas en inglés). Como esperaba la gran mayoría de analistas, el organismo elevó ayer los tipos de interés un cuarto de punto, lo que los deja en el rango de entre 1% y 1,25%.

Se trata de un ajuste moderado al alza que confirma la confianza de la Fed en la buena salud de la economía estadounidense y en su «normalización», como insistió su directora, Janet Yellen. El fortalecimiento del mercado de empleo es una de las razones para la subida, en un escenario en el que el crecimiento económico todavía es moderado y la inflación está más débil del objetivo del 2% que persigue la Fed.

La decisión se produjo con el voto a favor de ocho miembros y uno en contra del FOMC.

Se trata de la segunda subida de tipos en lo que va de año y el tercer trimestre consecutivo en el que la autoridad monetaria toma una decisión de este tipo. La Reserva Federal inició el endurecimiento de su política monetaria en diciembre de 2015: desde entonces ha habido cuatro subidas, tres de ellas se han producido a partir de la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales. Según el calendario establecido anteriormente por la Fed, habría una tercera subida de tipos este año –probablemente en su reunión de septiembre– y otros tres incrementos el año que viene, con la previsión de que los tipos estén cercanos al 2,1% en diciembre de 2018.

La Fed mantuvo ayer estas expectativas para los tipos y confió en que la inflación se sitúe el año que viene en el nivel deseado del 2%.

La principal novedad fue el anuncio de que el organismo comenzará «este año» la reducción del enorme balance de activos adquiridos por la Fed tras la crisis financiera, que pasó de los 900.000 millones de dólares en 2008 a los actuales 4,5 billones. Este paso es el principio del fin de campaña de estímulos monetarios que la Fed desplegó tras la crisis financiera, con una política muy agresiva de tipos bajos –de la que todavía se recupera de forma gradual– y con programas enormes de compra de activos en el mercado. En la rueda de prensa posterior a la decisión, Yellen explicó que la reducción de activos será «gradual» y «predecible».

En lo que se refiere a las previsiones económicas para EE.UU., la Fed actualizó sus expectativas de crecimiento ligeramente al alza, con una subida del 2,2% para este año –frente al 2,1% estimado en marzo– y dejó sin cambios las perspectivas para 2018, que se quedará en el 2,1%. Son datos de crecimiento moderado para una economía que antes de la crisis financiera estaba acostumbrada a subidas mucho más voluminosas y contrasta con las esperanzas de la Casa Blanca. Las autoridades presupuestarias y del Tesoro han prometido que los cambios regulatorios implementados por el Gobierno de Donald Trump proporcionarán un crecimiento económico anual del 3% durante los próximos años, algo que de momento no refrenda la Fed.

Su directora ha recibido halagos y críticas de Trump y su mandato finaliza en febrero del año que viene. A preguntas de los periodistas, aseguró que pretendía finalizarlo con normalidad y que no había hablado con el presidente de EE.UU. sobre prorrogarlo a un segundo mandato. Tampoco aclaró si su intención es seguir al frente de la Fed.

Donde hay mejores noticias es en las previsiones sobre empleo, cuyo mercado está en un gran momento pero que todavía mejorará más, según la Fed. Ahora mismo, la tasa de paro está en el 4,3%, su nivel más bajo desde 2001, mientras que el número de empleados crece y los salarios mejoran (aunque a un ritmo lento y por debajo de los esperado). En su anterior previsión, la Fed colocaba el desempleo a finales de este año en el 4,5%, y ahora lo deja en el 4,3%, una cifra que los analistas creían ayer que deberá ser corregida a la baja.

Las peores noticias se situaron en la inflación, que estará a finales de este año al 1,6%, todavía más baja del 1,9% que la Fed preveía hace tres meses. Entre las áreas que tienen que ver con esta caído de los precios está el sector de la telefonía móvil y las recetas de medicamentos.

Yellen también se mostró abierta a elevar el objetivo de la Fed sobre inflación por encima del 2%. «Es una de las cuestiones más importantes a las que se enfrenta la política monetaria», admitió.

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