La rebaja fiscal de Trump provoca la repatriación de fondos de las empresas y subidas salariales

Apple pagará 30.645 millones en impuestos en EE.UU. por beneficios que tiene en el mundo e IBM, Amazon y Microsoft seguirán esta estrategia

Manuel Erice Oronoz

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La rebaja fiscal del presidente estadounidense Donald Trump no solo ha traído beneficios directos para los empleados. Lo que parecía inimaginable hasta hace poco, la repatriación de fondos de la compañía más cotizada del mundo, la gigante Apple, se ha producido con la nueva Administración. La tecnológica se ha comprometido a pagar 30.645 millones de euros en impuestos en EE.UU. por los 203.225 millones de beneficios que tiene acumulados en el extranjero.

Al anuncio de Apple se ha sumado IBM , que desembolsará 4.032 millones al calor de la disminución impositiva. Y se da por hecho que Amazon, Microsoft, Facebook y Google seguirán los mismos pasos en la constatación de que pueden compensar la barata mano de obra en el exterior con el pago de menos impuestos. La paradoja es que las compañías más críticas con la Administración Trump son las que más se van a beneficiar de su rebaja fiscal.

La repatriación total de capitales generados por las empresas estadounidenses en el extranjero, que se estima asciende a 2,09 billones de euros, sería el equivalente al Producto Interior Bruto (PIB) del Reino Unido, mientras que si solamente se lograse atraer la mitad, representaría el valor de todos los bienes y servicios generados en España en un solo año, según un estudio del Observatorio de Política Exterior de la Fundación Alternativas.

Goldman Sachs estima quey Morgan Stanley también indicó que compañías como Microsoft, Apple, General Electric, Pfizer e IBM tienen ingentes cantidades de dinero acumulado en el extranjero. Moody´s eleva a 1,48 billones de euros la cantidad total de liquidez que tienen las compañías estadounidense no financieras. De esta cantidad, un 70% está en el extranjero, el equivalente a unos 1,05 billones de euros, según un informe de esa agencia de calificación.

En paralelo a esta repatriación de fondos sigue aumentando el número de empresas que anuncian mejoras salariales. Wallmart, Bank of America, y AT&T fueron las pioneras, pero también, Starbucks, Disney, JP Morgan Chase… Y así hasta superar las 260. Casi todas las grandes compañías estadounidenses se han subido a la ola generada por la reducción fiscal que impulsó Trump y aprobó el Congreso, con una subida de los ingresos de sus empleados. La significativa bajada de la tasa para las grandes corporaciones (equiparable al impuesto de sociedades en España), del 35% al 21%, ha desatado un reguero de anuncios públicos, que, además de suponer mejoras salariales y/o generar el reparto de bonus, según los casos, refuerza el optimismo de los estadounidenses. Se calcula que los beneficios directos de la reforma fiscal afectan ya a casi tres millones de trabajadores norteamericanos.

El anuncio hecho público hace unos días por Starbucks , que engrosará los bolsillos de sus empleados de locales con un bonus de 403 euros, y los de sus gestores, con uno de 1.613, es un paso más en la larga cadena de decisiones desde que se estrenó el nuevo año fiscal. El día anterior, Disney y JP Morgan Chase habían informado de acuerdos similares por parte de su dirección. La gigante del entretenimiento repartirá un millón de dólares en bonus entre sus 125.000 empleados, además de invertir 40,3 millones en planes de formación para la plantilla. La corporación financiera ha aplicado un incremento de su base salarial, que queda fijada en un margen de 12-14,5 euros diarios, frente al actual de 9,7/13,3 euros.

«América Primero»

Como siempre en Twitter, con el alegato de «América primero» como bandera, Trump celebra cada día las incorporaciones al club de quienes responden con incentivos a los trabajadores o apuestan por Estados Unidos en sus inversiones. No le faltan argumentos al presidente que desembarcó hace un año para «gestionar el país como una empresa» y que ha logrado sacar adelante una disminución de impuestos de 1,2 billones de euros . Enero ha llevado a las grandes empresas a un movimiento nunca visto desde la última gran crisis financiera y económica. El país que su antecesor Obama dejó con una baja tasa de paro, del 4,5%, después de una gestión alabada por la salida de la crisis financiera pero criticada por los excesos reguladores del mercado, empieza a apuntar mejores cifras con Trump. Además de la manifiesta alegría bursátil, el desempleo se ha reducido hasta el 4,1%. Esta semana se ha conocido que el PIB estadounidense se incrementó en un 2,6% el último cuatrimestre del pasado año, que cierra 2017 en el 2,3%, ocho décimas más que el último de Obama. Aunque lejos del 5% que Trump ha prometido y que la mayoría de expertos descarta.

A la espera del impacto macroeconómico a medio plazo, una de las cuestiones estriba en saber hasta qué punto el aumento del dinero en los bolsillos de los empleados ayudará a dinamizar el consumo, uno de los posibles motores de este tirón. Para hacerlo efectivo, las decisiones adoptadas por las compañías han sido parecidas pero no iguales. Unas han preferido subidas directas de la masa salarial, mientras que la mayoría ha optado por la entrega de bonus. En el fondo, se encuentra el intento de muchas de evitar un incremento de sus costes fijos.

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