Qatar Airways apuesta por la ofensiva económica para capear la crisis diplomática

Qatar Airways, la aerolínea bandera del emirato, ha sido de las compañías más afectadas por el bloqueo diplomático que cuatro grandes estados árabes han impuesto sobre el país. Cerca del 30% de las operaciones de la aerolínea tuvieron que ser canceladas y sin embargo, Qatar Airways no se ha replegado: en apenas un mes, ha anunciado más de una decena de nuevas rutas, se ha coronado como la mejor aerolínea del mundo y ha movido ficha para entrar en el proteccionista mercado estadounidense.

En medio de la crisis diplomática, el director ejecutivo de la compañía Akbar Al-Baker insistió en que continuarían con sus planes de expansión «con normalidad», incluyendo inversiones de al menos 800 millones de dólares en la aerolínea estadounidense American Airlines (AI).

Hace apenas unas semanas y pese a la reticencia de la compañía americana, Al-Baker presentó sus planes de adquirir el 10% de AI, que respondió criticando la competencia despleal de los «masivos subsidios» que recibe la aerolínea y canceló varios acuerdos de código compartido. Para Al-Baker, el director ejecutivo de AI, Doug Parker, está «asustado» por la propuesta de inversión catarí.

American Airlines no es la única aerolínea internacional en la que Qatar Airways se ha interesado: cuenta con el 20% de participación en el conglomerado IAG (del que es parte Iberia y British Airways), el 10% del holding Latam y no parece haber renunciado a sus planes de adquirir el 49% de la operadora italiana Meridiana. El cierre de sus mercados en los países vecinos es sólo una oportunidad para volcarse en otros mercados, ha señalado Al-Baker.

La aerolínea ha movido ficha después de un mes de bloqueo diplomático por el que Arabia Saudí, Bahréin, Emiratos Árabes Unidos y Egipto han cerrado sus fronteras a los qataríes, por lo que más de 100 vuelos diarios han tenido que ser cancelados y otros tantos redirigidos para evitar sus espacios aéreos. Otras industrias relacionadas han visto pérdidas: las ventas del duty-free de la aerolínea cayeron un 25% en la primera semana de bloqueo.

El gobierno qatarí ha solicitado sin éxito a la Organización Internacional de las Naciones Unidas de Aviación Civil (ICAO) la reapertura del espacio aéreo bloqueado sobre las aguas del mar del Golfo, controladas por Emiratos Árabes Unidos. Sus vuelos pasan ahora por los espacios aéreos de Irán o Turquía, añadiendo hasta dos horas de trayecto a vuelos como el de a Sao Paulo. Ya antes habían acusado las pérdidas de la conocida como «muslim-ban» de Donald Trump.

Pese a todos sus problemas, Qatar Airways sigue ganando: a finales de junio fue galardonada como la mejor aerolínea del mundo en los premios Skytrax y en su última presentación de resultados, la compañía reportó beneficios de 538 millones de dólares, un 22%, en el anterior año fiscal. «Nuestros resultados anuales reflejan una vez más el éxito de nuestra expansión y estrategia de crecimiento que ha visto a Qatar Airways crecer desde una pequeña aerolínea regional a una potencia en las últimas dos décadas», señaló Al-Baker en un comunicado.

¿La clave? Las millonarias inyecciones monetarias del Gobierno qatarí, que permiten maquillar posibles pérdidas y facilitan la expansión de la aerolínea tanto como una forma de «poder blando» como de diversificar su economía, muy dependiente de los menguantes ingresos del petróleo. El aeropuerto Internacional Hamada, en Doha, recibió en 2016 37.3 millones de pasajeros, pero apenas un 10% se quedó en Qatar. Qatar Airways ha apostado por el lucrativo modelo del tráfico de pasajeros de largo alcance, colocando al pequeño emirato en el mapa internacional del tráfico aéreo.

Sin embargo, si el bloqueo se eterniza, la aerolínea se enfrentará a unas pérdidas que la compañía intenta cuidadosamente ocultar. «Afectará porque tenemos costos adicionales para operar. Pero tenemos que demostrar que este tipo de bullying no funciona», se limitó a admitir Al Baker. Por el momento, la compañía ha cancelado la compra de cuatro Airbus A350-900 por retrasos en la entrega.