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La paridad sigue sin asentarse en los consejos del Ibex

En 2016, por vez primera todas las empresas del selectivo contaron con mujeres

MADRID Actualizado: Guardar
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Cuando se piensa en una mujer directiva, lo más habitual es identificarla como la jefa de un departamento de financiero o de Recursos Humanos. Y apenas se la ve como una directora general, la consejera del consejo de administración o la CEO de una gran compañía. A medida que se sube en el escalafón, más difícil es que un cargo lleve nombre de mujer.

Y como ejemplo, solo hay que mirar a los consejos de administración de las 35 del IBEX. Hay 92 mujeres este año en esos puestos y 361 hombres, eso significa un peso femenino del 20,3%, según el V Informe «Mujeres en los Consejos de administración de las compañías del Ibex-35», elaborado por Atrevia y el IESE.

Ocho de ellas están incluso en más de un consejo. El informe indica que el año pasado, por primera vez en España, hubo un momento en el que todos los consejos del IBEX-35 tenían al menos una mujer entre sus integrantes. Algo que ya no ocurre este año, ya que Cellnex Telecom no ha incorporado a ninguna en su consejo.

El avance del número de consejeras, CEO y directoras generales es también muy lento. Son cargos a los que cuesta mucho llegar. «Uno de los problemas —indica Nuria Chinchilla, profesora del IESE— es que la empresa no tiene claro los beneficios de la diversidad. Por eso, es necesario implantar programas de formación de liderazgo que descubran el gran beneficio que supone la diversidad bien entendida y dirigida».

Pero también es necesario entender que hombre y mujer aportan diferentes estilos de liderago, y no la tradicional imagen masculina del ejecutivo agresivo, aunque algunas «hayan mimetizado ese modelo», como apunta Chinchilla. «Mujeres y hombres tenemos igualdad de oportunidades y derechos, pero somos diferentes. Cuando seamos capaces de construir a partir de esa diferencia todo irá mejor», dice la profesora.

En efecto, los expertos definen diferentes habilidades en el hombre y en la mujer, muy necesarias para la empresa. «La mujer piensa más en el trabajo en equipo, en soluciones sostenibles, en cómo hacer las cosas y en que el éxito es de varios. Ellos están más por conseguir la eficacia a corto plazo, son más competitivos, van más a la estrategia», cuenta Chinchilla.

«El estilo de liderazgo de los hombres suele ser más unipersonal, solitario, rígido y comunica las decisiones una vez tomadas. La mujer, por el contrario, tiene un estilo más colaborativo, intenta integrar las opiniones de su equipo a la hora de tomar una decisión, tiene unos criteros de éxito más amplios y su liderazgo está basado en la responabilidad social», explica Isabel Perea, de Grant Thornton. Ellas también tienen facetas por desarrollar, cuenta Patricia Cauqui, profesora de ESADE: «La mujer es más insegura, nos autolimitamos nosotras mismas y no nos presentamos a un cargo si no creemos que lo vamos a hacer excelentemente bien. Se nos olvida planificar nuestra carrera, tenemos que ser más estratégicas».

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