La OPEP no logra repuntar el precio del petróleo con sus políticas
La OPEP no logra repuntar el precio del petróleo con sus políticas - ABC

La OPEP agota el pozo de su influencia

El auge del «fracking» y la desunión interna golpean los planes del cártel para controlar el mercado petrolero

Madrid Actualizado: Guardar
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La evolución del precio del barril de petróleo trae de cabeza a los principales países productores de esta materia prima. Lejos quedan los días cuando el precio superaba los 100 dólares el barril. La acumulación de petróleo en el mundo por la alta capacidad de producción generó una gran oferta ante una baja demanda. Desde el año 2014 la cotización del crudo se desplomó y cayó hasta mínimos históricos a principios de 2016, llegando incluso a bajar de la barrera de los 30 dólares el barril de Brent, el que se usa como referencia en Europa, y el de West Texas, de referencia en Estados Unidos.

Ante este panorama, las catorce naciones que integran la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), responsable de un tercio de las existencias mundiales del llamado oro negro, junto con otros diez países no miembros, decidieron el jueves en Viena prolongar el acuerdo

alcanzado el pasado mes de noviembre para rebajar la producción de petróleo en 1,8 millones de barriles al día (mbd) durante nueve meses más, en concreto hasta marzo de 2018. El objetivo es que el techo de producción de los miembros de la OPEP oscile alrededor de los 32,5 mbd, en 2016 llegaba casi a los 34, para impulsar el precio del petróleo, primero, y estabilizarlo luego entre los 55 y 60 dólares el barril.

Los acuerdos de cártel, sin embargo, no parece que vayan a solucionar la situación del crudo. La OPEP ha perdido influencia en los mercados con el paso del tiempo y los analistas piensan que esta prolongación del acuerdo apenas va a repuntar el precio del petróleo. A pesar de que la demanda está creciendo a los niveles esperados, aún siguen existiendo una gran cantidad de suministros de petróleo en los países –los inventarios en la OCDE están en su máximo–, detalle que mantiene la tendencia baja de los precios.

A eso se le suma que los propios miembros del acuerdo de recorte de producción no han cumplido con las promesas. A excepción de Arabia Saudí, que ha realizado más rebajas de las previstas, el resto de países no han seguido con lo establecido en noviembre. La cantidad de crudo se ha mantenido en los niveles impuestos gracias al estado saudita. De hecho, en el mes de abril los niveles se han mantenido bastante por debajo, algo más de 31,7 mbd, del techo acordado.

Según la Agencia Internacional de la Energía (AIE), este recorte de producción por parte de la OPEP ha tomado su tiempo para que se notara en las reservas mundiales de petróleo, ya que estas incluso subieron durante el primer trimestre del año en una media de 0,1 mbd. Sin embargo, durante este trimestre las reservas han bajado. Actualmente tiene una tendencia negativa de -0,7 mbd y la AIE predice que esta diferencia puede llegar a ser incluso mayor.

Aunque parecía que con el acuerdo del pasado mes de noviembre el precio del barril se iba a recuperar, de hecho consiguió situarse dentro de los objetivos marcados, a principios de marzo volvió a desinflarse en un 10%. Este nuevo mazazo ha sido la clave para que los miembros del cártel acuerden prolongar los recortes. Sin embargo, para Daniel Lacalle, director de inversiones de Tressis Gestión, esta prolongación del acuerdo de la OPEP supone «un error porque en estos meses no han conseguido estabilizar el precio, están ganándose la desconfianza de los países que proveen y han estimulado el crecimiento de las tecnologías alternativas, aparte del " fracking"». De hecho, el precio del crudo volvió a bajar casi en un 5% el jueves tras el acuerdo, situándose el Brent en poco más de los 50 dólares. Además, incide en que los países productores no pierden dinero en estos momentos, por lo que recalca que el verdadero objetivo del cártel en una subida de precios es «cuadrar los presupuestos públicos».

Del mismo modo se expresa Javier Morillas, catedrático de Economía Aplicada de la universidad CEU-San Pablo, quien asegura que el tiempo de la OPEP se ha acabado. «Hay nuevos oferentes; nuevas fuentes energéticas y países que necesitan recuperarse y exportar al máximo. No creo que la OPEP cumpla sus objetivos», expresa.

El factor Trump

Precisamente, la industria del «fracking» en EE.UU. ha aprovechado su oportunidad para crecer en esta época de crisis del petróleo. En febrero de este año llegó a producir 9,03 mbd, su cifra más alta desde marzo 2016. Morillas segura que esta industria «seguirá creciendo al tiempo que se seguirá mejorando la tecnología de extracción».

EE.UU. está sabiendo jugar sus cartas. La industria estadounidense está en camino de lograr la independencia energética que tanto ansía y de destruir la influencia de la OPEP en esta materia. Esta semana, Donald Trump anunció que pretenden vender la mitad de sus reservas. El país americano asegura poner en el mercado grandes cantidades de petróleo para mantener a raya su precio y seguir siendo competitivo, además de ingresar 16.000 millones para 2028. «Es normal este movimiento porque tienen grandes cantidades de suministros», analiza Lacalle.

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