«No se detraerá un solo euro para otras regiones en favor de Cataluña»

Uno de los capítulos más espinosos durante el foro fue el relacionado con el apartado de los Presupuestos. El Ministerio inversor por antonomasia padece, por ese motivo, en mayor medida los rigores de la consolidación. El presidente de Ferrovial, Rafael del Pino, advirtió ya en su presentación de que la inversión en infraestructuras recogida en el proyecto de ley de lo Presupuestos Generales es la menor «cifra de los últimos diez años». De la Serna, sin embargo, se afanó en demostrar que existen modelos alternativos para sortear los ajustes en obra pública -con sistemas de inversión público privada-, así como que estas líneas de actuación se distribuyen de modo ecuánime en todo el país.

A la cuestión, en el turno de preguntas, de si los 4.200 millones que anunció el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, hasta 2020 para Cataluña no representan el bálsamo con el que el Ejecutivo trata de combatir el movimiento soberanista en esta comunidad autónoma, el precio del «procés», el ministro de Fomento aseguró que se trata de una dotación justificada por las necesidades naturales de obra pública en la región.

«No hay nada más que una planificación ordenada, que presentó el presidente del Gobierno para explicar claramente a los catalanes en qué vamos a dedicar los recursos en los próximos años», resaltó. Ello supone, por supuesto, «que no se detraerá un solo euro para otras regiones en favor de Cataluña».

Esfuerzo inversor

El máximo responsable de la política de infraestructuras del Gobierno sostuvo que esta cantidad está en correspondencia con las asignaciones presupuestarias que resultan necesarias para «acometer determinadas infraestructuras que Cataluña requiere» y negó que «el esfuerzo inversor vaya a ser distinto o diferente en otras comunidades autónomas».

En cuanto a los escándalos como los que recientemente han trascendido en la operación Lezo, De la Serna rechazó frontalmente en el Foro ABC que la corrupción sea un mal generalizado en la Administración española, tras ser preguntado por las medidas que incluirá el Ejecutivo en la nueva ley de contratación del sector público.

«No hay que confundir que algunas personas hagan actos cuestionables con que estos se extiendan al resto del sector público», detalló después de indicar que dicha normativa otorgará un mayor «peso a la calidad de las obras cuando se ejecutan», con el propósito de evitar «bajas temerarias» e introducirá mecanismos para «favorecer la transparencia» de los concursos públicos. «En el exterior nadie pregunta por la corrupción en España. Tenemos la imagen de un país fuerte».

Relevo generacional en el PP

El titular de Fomento hizo hincapié en que la mayor preocupación del Gobierno no pasa en este momento por calibrar el impacto de los últimos escándalos en la imagen del Partido Popular, sino en continuar trabajando por el crecimiento económico y generar «oportunidades de empleo» y «espacios» donde las empresas puedan mejorar su negocio. «El Gobierno tiene su hoja de ruta, la ejercemos como creemos que debemos ejercerla». Particularmente esquivo se mostró al ser interrogado por su futuro como valor emergente del PP. Se limitó a alabar las cualidades de Javier Maroto -amigo de De la Serna y presente en la sala- y citó a otros protagonistas del proceso de «regeneración» del partido, como Pablo Casado, Andrea Levy y Cristina Cifuentes. «Es un proceso -continuó- que se hace de un modo continuo, sin grandes alharacas», por el que las nuevas caras de la formación popular escalan paulatinamente hacia puestos de responsabilidad.