El FMI mejora la previsión de crecimiento de España al 2,6% este año

La economía española volverá a crecer este año más de lo que esperaban los principales organismos internacionales. La última institución que ha revisado sus previsiones ha sido el Fondo Monetario Internacional (FMI), que en sus nuevas estimaciones económicas augura un 2,6% de crecimiento del PIB nacional para este año, tres décimas más de lo que pronosticaba en enero. Ello supone que el organismo mejora la previsión oficial del propio Gobierno, que mantiene que la economía repuntará un 2,5%, si bien desde el Ministerio de Economía ya dan por hecho que el PIB crecerá hasta un 3,1%. Previsiblemente, el Gobierno mejorará su estimación próximamente, quizá en el Programa de Estabilidad que enviará a Bruselas a final de mes. La propia Comisión Europea publicará unos días más tarde, a principios de mayo, sus previsiones de primavera.

El FMI mantiene su estimación de crecimiento de España para 2018 en el 2,1%, si bien sus previsiones alertan de una inflación del 2,4% este año, mucho mayor al 1,5 que prevé el Ejecutivo. El organismo advierte en su informe que la actividad en España le ha sorprendido al alza por la «fuerte demanda interna».

Al alejar el foco de España, el Fondo combina cierto optimismo sobre la marcha de la economía mundial sazonado de una mayor cautela ante el auge de los movimientos antiglobalización. El organismo cree que el PIB global crecerá un 3,5%, una décima más de lo que pensaba en enero y un avance frente al 3,1% de 2016. «La mejora proviene, sobre todo, de las buenas noticias que llegan de Europa y Asia, y dentro de Asia, sobre todo de China y Japón», destaca Maurice Obstfeld, director del servicio de estudios del FMI, que aún así advierte del aumento del proteccionismo en las economías avanzadas.

Amenaza del proteccionismo

«Aparte de la incertidumbre política coyuntural, otra batería de amenazas proviene del crecimiento en las economías avanzadas de movimientos políticos escépticos con la integración económica internacional», alerta Obstfeld, a escasos días de que haya elecciones presidenciales en Francia con el Frente Nacional entre los primeros puestos en los sondeos.

Para añadir matices al cóctel de sombras y advertencias que dibuja el Fondo, el organismo reclama un mayor apoyo al libre comercio, a la vez que políticas para paliar los efectos perniciosos de la globalización sobre las economías desarrolladas. «Impedir el daño de potenciales medidas proteccionistas requerirá un compromiso multilateral renovado para apoyar el comercio, junto a políticas nacionales que ayuden a los trabajadores afectados adversamente por las transformaciones estructurales que ha sufrido la economía, incluyendo las relativas al comercio», sostiene Obstfeld. Todo un mensaje para los gobiernos occidentales.

Como fuere, el Fondo observa que la economía europea va mejor de lo esperado. Pese a un calendario electoral europeo jalonado de citas delicadas, con comicios este año en Francia, Alemania, Italia y ahora Reino Unido, el FMI eleva en una décima el crecimiento de la Eurozona, al 1,7%. Un movimiento similar al que efectúa sobre sus previsiones para Alemania (al 1,6%), Francia (un 1,4) e Italia (0,8): los tres países ganan una décima más en las estimaciones del organismo.

Un optimismo que adquiere más intensidad en el caso de Reino Unido, al subir cinco décimas su augurios sobre el PIB británico hasta el 2% este año. El organismo también deja inalterados sus pronósticos para Estados Unidos: cree que la economía norteamericana crecerá un 2,3% y un 2,5% este año y el próximo. Para China, los sube en una y dos décimas respectivamente al 6,6% en 2017 y al 6,2% en 2018.

Pese a este horizonte favorable, el FMI advierte que las principales incertidumbres económicas gravitan sobre las dos mayores potencias mundiales: Estados Unidos y China. Del lado de Washington, el FMI advierte que mientras la Reserva Federal ha normalizado su política monetaria y ha subido los tipos de interés, la política fiscal de Donald Trump parece que será más expansionista en los próximos años. Ello puede provocar, a su vez, nuevas alzas de tipos más rápidas de lo previsto, lo que apreciará el dólar y pondrá en problemas a economías emergentes con deudas adquiridas en la divisa norteamericana.

Con destino Pekín, el FMI detalla que si el gigante asiático continúa su transformación hacia un modelo con más consumo y menos exportaciones, pueden aparecer problemas en la estabilidad financiera ante el aumento de los créditos al consumo.