El ministro de Asuntos Exteriores en funciones, José Manuel García-Margallo (i), saluda al presidente kazajo, Nursultan Nazarbayev, en su visita el pasado abril al país asiático
El ministro de Asuntos Exteriores en funciones, José Manuel García-Margallo (i), saluda al presidente kazajo, Nursultan Nazarbayev, en su visita el pasado abril al país asiático - EFE
Coyuntura económica Expansión internacional

Kazajistán y Azerbaiyán, puertas de acceso de España al gigantesco comercio asiático

Nuestras empresas ven en el sector de las infraestructuras gran oportunidad de negocio

MADRID Actualizado: Guardar
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Kazajistán y Azerbayán, lejanos geográfica y culturalmente, despiertan, sin embargo, el interés de muchas empresas españolas que ya operan allí, y de otras que también empiezan a ver oportunidades de negocio en sectores como las infraestructuras. Además, ambos países emergen como puertas de acceso a Asia Central, un mercado con 170 millones de consumidores en constante crecimiento.

José Vicente González, vicepresidente de la CEOE, hace un balance positivo del reciente viaje que una delegación de empresarios, encabezada por el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, ha realizado a las dos antiguas repúblicas soviéticas. Reconoce que el déficit comercial con ambas «es muy alto, porque nosotros importamos básicamente petróleo y gas», materias que tienen en «cantidades ingentes». A modo de ejemplo, las importaciones desde Kazajistán se cifraron el pasado año en 1.193 millones de euros.

En un 97% se relacionan con el sector energético, en concreto, petróleo y derivados. En el caso de Azerbaiyán, si las importaciones alcanzaron el pasado año los 424 millones de euros, el 99% se concentraron en productos petrolíferos. Por el contrario, España exporta sobre todo material de transporte, maquinaria específica para ciertos industrias y equipos de telecomunicaciones.

España aporta tecnología

El objetivo del viaje ha sido apoyar a las empresas que tienen intereses allí, y facilitar contactos a las que aspiran a seguir su estela. Azerbaiyán, por ejemplo, está ahora diversificando sus importaciones, lo cual abre posibilidades a nuevas empresas españolas». Por ejemplo, del sector del automóvil y, sobre todo, de infraestructuras. «En este ámbito hay muchísimo por hacer –asegura a ABC José Vicente González–. Las compañías de obra pública, ferrocarriles, etc tienen grandes oportunidades».

En Kazajistán «hay carreteras que hacer, aeropuertos, mucha obra pública...»

En junio de 2013, la ministra de Fomento, Ana Pastor, transmitió al Gobierno de Kazajistán el interés de España por participar en proyectos de infraestructura de transporte previstos en aquel país, especialmente relacionados con líneas de alta velocidad. Según González, en estos momentos no se contempla construir el AVE. «Hay un proyecto, pero yo creo que es a muy largo plazo», de unir Astaná con Almatý, la antigua capital, que prácticamente uniría el norte con el sur del país. Pero, matiza, «no lo veo para mañana». De momento, destaca la presencia de Talgo que «está allí construyendo cantidad de trenes». Quién sabe en un futuro.... De momento, «hay carreteras por hacer, aeropuertos, mucha obra pública....». Kazajistán, también Azerbaiyán, han abierto un proceso de construcción del país.

«Las empresas españolas podemos aportar tecnología y aprovechar el mercado», especialmente en el ámbito de las infraestructuras. «Ambos países tienen en común que están situados en lugares geoestratégicos muy importantes», explica, ya que son la puerta de acceso a Asia Central. Kazajistán tiene 2.000 kilómetros de frontera con China. Azerbaiyán la tiene con Rusia, o Armenia. ¿Que si las pretensiones de España pueden chocar con competidores de otros países interesados también en aquella región? «Oiga, ¿y quién no los tiene? En cualquier parte del mundo nos van a salir competidores». Pero España tiene sus bazas en esta partida estratégica. Y no solo porque el Rey Don Juan Carlos, tras su viaje a la zona, «dejó buena prensa». «Nuestros empresarios tienen la característica que hace que podamos competir con ventaja», asegura el representante de la CEOE. Así, por ejemplo, «en el caso de la obra pública somos autoridad en todo el mundo». Y recuerda, en este sentido, la participación de empresas españolas en las obras de ampliación del Canal de Panamá o en la construcción de la línea de alta velocidad entre Medina y La Meca, así como de importantes aeropuertos internacionales. «Podemos enseñar muchas cosas. En cuanto a las pequeñas y medianas empresas, nuestra ventaja es la tecnología, que está al día comparada con el mundo. Como no llevamos tantos años teniendo empresas pequeñas exportando, somos mucho más flexibles a la hora de negociar con las autoridades de esos países. A veces son mercados difíciles, y nos adaptamos mejor a las características del país que otras empresas de naciones más grandes que en ocasiones tienen cierto aire de superioridad. Ahí tenemos una ventaja competitiva importante».

Las «ventajas» del déficit comercial

España tiene un déficit comercial continuo con Kazajistán y Azerbaiyán, aunque se ha frenado. ¿Tiene alguna ventaja? «Sí, desde el punto de vista de aquellos países. Ellos son conscientes de que tienen con nosotros una balanza comercial muy desequilibrada y a ellos también les gustaría equilibrarla un poco. Aunque ellos tienen el petróleo y lo vamos a importar de cualquier manera, en las relaciones comerciales hay que hacerse simpático, también con los clientes, en cualquier negocio. Y si usted vende mucho a un país, pues tiene que darle la oportunidad para que también le venda austed. Creo que un poco se equilibrará la balanza».

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