Aeropuerto de Palma de Mallorca
Aeropuerto de Palma de Mallorca - EFE

El juez ve indicios de «sedición» en 84 controladores aéreos de Baleares que pararon en diciembre de 2010

El magistrado desestima las peticiones de archivo y da a las acusaciones un plazo de 10 días para que soliciten la apertura de juicio oral o el sobreseimiento de la causa

PALMA DE MALLORCA Actualizado: Guardar
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El Juzgado de Instrucción número 1 de Palma ha dictado un auto de continuación de las diligencias previas, una vez acabada ya la instrucción, contra 84 controladores aéreos de Baleares, por considerar que «existen indicios suficientes» para que los paros ocurridos en los aeropuertos de Palma de Mallorca, Menorca e Ibiza en diciembre de 2010 puedan ser constitutivos de un presunto «delito de sedición».

Según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de las Islas Baleares (TSJIB) a través de un comunicado, el auto también acuerda el sobreseimiento provisional de la causa contra dos personas, desestimando las peticiones de archivo del resto de investigados. A partir de ahora, se da un plazo de 10 días para que el Ministerio Público y la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca —personada como acusación particular— soliciten la apertura de juicio oral o interesen el sobreseimiento, sin perjuicio de que puedan plantear diligencias complementarias.

La citada resolución tiene lugar después de que el propio Juzgado de Instrucción número 1 dictase el archivo provisional de la causa, la Audiencia Provincial de Balears estimase los recursos de apelación presentados por la Fiscalía y por la acusación particular, y ordenase la práctica de nuevas diligencias. El auto no es firme y contra él se puede presentar un recurso de reforma.

Cabe recordar que en diciembre de 2010, coincidiendo con el «puente» de la Constitución, los controlarores imputados no trabajaron, o bien no se incorporaron a sus turnos, o no cogieron el teléfono estando de guardia, presentando escritos en los que alegaban no estar en condiciones psicofísicas para desarrollar su función. El auto señala que la intención de todo ello habría sido paralizar el tráfico aéreo sin tener en cuenta las repercusiones que esa circunstancia podría tener.

La actuación de los citados controladores provocó retrasos en los vuelos, falta de información, cancelaciones y el sucesivo cierre de los sectores aéreos, al no estar dichos trabajadores en sus puestos de trabajo. Finalmente, el 3 de diciembre se produjo el cierre del tráfico aéreo. El Gobierno decretó el estado de alarma el día 4 y el tráfico se reanudó unas horas después.

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