El «interruptor» que cerraba las Bolsas chinas se apaga después de cuatro sesiones

China da marcha atrás. En menos de diez días, el mercado ha demostrado al ejecutivo asiático que el ritmo bursátil no se puede interrumpir sin consecuencias. El mecanismo instaurado por Pekín, que «cierra» la Bolsa en el caso de que las caídas superen el 7%, no ha conseguido frenar los ventas en las últimas sesiones. Es más, ha añadido más incertidumbre a un mercado en caída libre desde el Año Nuevo. Dado el pánico de estas jornadas, China ha eliminado su «interruptor» bursátil solo cuatro jornadas después de su entrada en funcionamiento.

El mecanismo de suspensión del mercado, impulsado por la Comisión Reguladora del Mercado de Valores de China (CRMV), pretendía evitar la especulación en el mercado de valores.

Gracias a este sistema, el índice compuesto CSI300 (compuesto por las principales Bolsas de China; Shanghai y Shenzhen), se suspendería durante 15 minutos en el caso de que registrara una caída de, al menos el 5%.

Si el desplome alcanzaba el 7%, el mercado directamente se «apagaría» hasta el día siguiente. Fue una restricción más del régimen autoritario de Pekín al mercado de valores. Entró en vigor el pasado uno de enero y se puso en marcha el día 4, durante la primera sesión del año.

En lugar de controlar la especulación, el mecaninsmo de suspensión ha añadido más pánico a la Bolsa china. Los inversores, ya de por sí temerosos por el desarrollo económico chino y su cambio de modelo (que pretende pasar de una economía centrada en la industria a otra donde el consumo tenga más peso) percibieron la medida como una muestra de debilidad y se lanzaron a vender sus activos.

De las cuatro sesiones de la Bolsa china en 2016, dos de ellas se han tenido que suspender por bajadas superiores al 7%. Durante la jornada de este jueves, de hecho, la negociación bursátil no duró más de quince minutos debido a este mecanismo.

Con la decisión de anular este mecanismo de suspensión, el régimen chino elimina una de las principales restricciones de su mercado de valores. Aún con todo, la Bolsa china cuenta todavía con multitud de restricciones que impiden que la negociación bursátil fluya con normalidad. Mientras tanto, el desplome del mercado asiático se ha contagiado con rapidez a Europa y Estados Unidos.