El exgobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez
El exgobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez - ABC

La Inspección del Banco de España decía en 2011 que Bankia publicaba «información engañosa»

El supervisor conocía la difícil situación de la entidad antes de su salida a Bolsa

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La difícil situación que atravesaba Bankia era ya conocida en el Banco de España en 2011, año de su salida a Bolsa y previo a su rescate con 22.424 millones de euros. Así lo reconocían inspectores del organismo encargados de la supervisión del banco en una serie de correos electrónicos que se cruzaron entre ellos en ese ejercicio y que están en manos del juez que investiga el caso, ante el cual matizaron que la entidad contaba con provisiones suficientes.

"Con los datos preliminares de marzo de 2011, la generación recurrente de resultados del grupo Bankia sigue muy débil, aspecto especialmente grave en un contexto de costes financieros crecientes", señala el inspector José Antonio Casaus en un mail fechado el 14 de abril de 2011, tres meses antes de que Bankia debutase en Bolsa.

"Y el resultado final tampoco es para tirar cohetes", dice sobre los beneficios.

En ese sentido, los responsables de supervisión concluyen por ejemplo que el plan de incentivos a los empleados de la red para vender acciones antes de la salida a Bolsa, desplegado a mitad de esa operación, evidencia que la ops no estaba teniendo la aceptación esperada entre los inversores.

Los inspectores llamaron también la atención a principios de 2011 sobre Banco de Valencia, filial de Bancaja y que en noviembre de ese año fue rescatada con un coste de 5.498 millones de euros para las arcas públicas. En una de las reuniones semanales con los responsables de Bankia, los inspectores les transmiten que el Banco de España considera que las acciones de Banco de Valencia están "claramente sobrevaloradas", que la filial "tiene unos saneamientos pendientes muy relevantes" y que, sin embargo, la dirección está enviando señales al mercado que "son equivocadas".

Una de las quejas habituales de los inspectores tiene que ver con las deficiencias de gobierno interno y la falta de transparencia de la dirección del grupo. "Les comentamos que tienen que corregir esta actitud de publicar al mercado información no veraz o engañosa", dijeron los inspectores en otra reunión con la entidad.

Según ha podido saber ABC, los técnicos se referían en este caso a un hecho relevante enviado por Bankia en 2011 a la CNMV sobre una serie de provisiones, saneamientos y cargos contra reservas hechos, y que por su presentación no quedaba clara la suma de las partidas. Por tanto, no hablaban de información falsa, sino cierta pero confusa y exigían al banco que en adelante presentasen esa información de forma que no pudiese conducir a errores.

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