La industria del tabaco consigue aguantar las ventas pese al cambio de la normativa

Se vendieron 2.325 millones de cajetillas en España en 2016, solo un 0,07% menos

MADRID Actualizado: Guardar
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La industria del tabaco lleva unos años intentando adaptarse a las nuevas exigencias de la Directiva europea de Productos de Tabaco, que entró en vigor el pasado 20 de mayo, y que en España está aún pendiente de trasposición por el parón político registrado en nuestro país el año pasado. De hecho, la Comisión Europea instó a España en diciembre del año pasado a trasponer lo más rápidamente posible la normativa europea, ya que «tiene por objeto mejorar el funcionamiento del mercado interior de los productos del tabaco y los productos afines, garantizando al mismo tiempo un nivel elevado de protección de la salud de los ciudadanos europeos». Bruselas dio en diciembre dos meses de plazo a España, por lo que si en este mes de febrero no se produce la trasposición habrá un nuevo toque de atención.

Uno de los principales cambios de la nueva Directiva  es la obligación de cambiar el envasado y el etiquetado de 70.000 referencias en toda Europa de productos relacionados con el tabaco para aproximarlos cada vez más a la cajetilla blanca, en la que apenas se distingue la marca, con imágenes reales de los daños que puede provocar el consumo de tabaco que cubrirán el 65% de ambas caras del envase.

El tabaco es la quinta fuente de ingresos del Estado y emplea en España a 61.000 personas

Las empresas han ido poco a poco haciendo los deberes en esta materia en los últimos meses y ahora han recibido con alivio las cifras totales de ventas de tabaco en 2016. Según el Comisionado para el Mercado de Tabacos (CMT), en España se consumieron 2.325 millones de cajetillas de tabaco el año pasado, lo que supone el mantenimiento más o menos del mercado respecto al ejercicio anterior, ya que representa una tímida bajada de un 0,07%. En euros, el sector sumó unas ventas de 10.312 millones, un 0,01% menos que en 2015. El tabaco para liar, que se convirtió en el refugio de muchos fumadores por razones económicas, ha visto caer sus ventas un 2,9% el año pasado hasta los 6,1 millones de kilos, mientras que en euros el descenso fue de un 2,86% hasta alcanzar unas ventas de 1.000 millones.

Juan Páramo, director general de la Asociación Empresarial del Tabaco (Adelta), considera que «el año pasado ha sido muy complejo para la industria por la adaptación a las nuevas exigencias de la Directiva, lo que ha obligado a modificar todos los procesos de fabricación, impresión y a adquirir nueva maquinaria, con la presión añadida de plazos muy ajustados para su cumplimiento».

La patronal del sector ha aprovechado la publicación del balance de 2016 para demandar «la trasposición urgente de la directiva para operar con la necesaria seguridad jurídica no sólo en cuanto a envasado y etiquetado para poder aplicarla también al resto de labores, sino en cuestiones relacionadas con la declaración de ingredientes y la trazabilidad del producto, entre otras medidas».

La industria del tabaco asegura que siempre ha apostado por el estricto cumplimiento de la legislación vigente, que protege a los menores con la venta restringida a mayores de edad en la red de estancos y máquinas expendedoras con control, elimina la figura del fumador pasivo y estable la prohibición total de la publicidad y del patrocinio. «Estas medidas unidas a las nuevas restricciones en los envases impuestas por la Directiva de Productos del tabaco sitúan a España a la cabeza de Europa en políticas de control del tabaco», añade Juan Páramo.

La industria del tabaco tiene 13.000 estancos que en realidad son pequeñas pymes

La industria del tabaco emplea en España a 61.000 personas, con especial importancia del cultivo en Extremadura donde 20.000 familias dependen de él. Nuestro país es el tercer país productor de hoja de tabaco de la Unión Europea y, casi tan importante, tiene 13.000 estancos que en realidad son pequeñas pymes, según datos de la Mesa del Tabaco, donde se agrupa el conjunto del sector, desde los productores a los estancos pasando por la industria y los mayoristas.

El 80% del precio son impuestos

La recaudación fiscal a través de los impuestos que gravan a la totalidad de las labores del tabaco (Impuestos Especiales e IVA) sumó 9.110,5 millones de euros durante el pasado año, una cifra prácticamente similar a la de 2015, acorde con la estabilidad del mercado de tabaco y que representa la quinta fuente de ingresos del Estado, según el sector.

La Asociación Empresarial del Tabaco (Adelta) considera que ha sido determinante la estabilidad fiscal, que ha permitido una subida moderada de los precios y ha facilitado, al mismo tiempo, una estabilización de las ventas de cigarrillos, donde el 80% del precio de venta al público equivale a impuestos, que suponen el 89,4% del total de ingresos fiscales del tabaco. Por regiones, Andalucía recaudó 1.439 millones de euros el pasado año, un 1,56% más, al tiempo que Baleares engrosó las arcas públicas con 367,53 millones (+2,68%) y Comunidad Valenciana, con 1.122,78 millones (+0,35%). Por contra, el mayor descenso en la recaudación vía impuestos se registró en Extremadura (-3,98%), seguido de Castilla-La Mancha (-2,54%) y Comunidad de Madrid (-1,58%), Murcia (-1,34%) y Cantabria (-1,32%).

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