Guerra a la baja en el impuesto de Sucesiones a un año de las urnas

La reforma fiscal a las herencias dependerá de la reforma autonómica y local

ABC
Javier Tahiri

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El impuesto sobre Sucesiones se ha convertido en un arma política entre comunidades. Una situación que, a un año de las elecciones autonómicas y con una parálisis política que puede acabar con los Presupuestos, amenaza también la reforma de la financiación autonómica. Seis comunidades (Andalucía,Extremadura, Asturias, Cantabria, Murcia y Castilla y León) han aprobado rebajas en el impuesto este año, en varias de ellas influidas por la presión de Ciudadanos, contrario al tributo. Así, un soltero que hereda de su padre 800.000 euros de los que 200.000 corresponden a la vivienda habitual del fallecido pagará cero euros en Andalucía, frente a los 164.049 euros que pagaba el año pasado. En Extremadura la factura ha bajado a 1.587, frente a los 158.796 de 2017.

Pese a que en la Conferencia de Presidentes de hace un año, las comunidades socialistas denunciaron a Madrid por su «dumping fiscal», en este impuesto Andalucía y Extremadura, ambas del PSOE, se alinean con Madrid, donde se pagaría 1.586 euros.

Precisamente, la presidenta de la Junta, Susana Díaz, se reunirá esta semana con Mariano Rajoy. Hace un año, Díaz pidió que el Estado asumiera la recaudación de Sucesiones para evitar la guerra a la baja. El profesor de la universidad de Alcalá, Alain Cuenca, apoya esta tesis: que el Estado gestione el impuesto, pero sean las regiones las que lo recauden.

El grupo de expertos para la financiación autonómica proponía una armonización al alza del impuesto, para tratar de acotar las diferencias. Por su parte, el grupo de «sabios» para la reforma fiscal señalaba en su informe que los tipos de Sucesiones en España eran los más altos de la OCDE –puede llegar a tipos del 81,6%–, por lo que proponían bajarlos pero también recortar el umbral exento que fijan las comunidades hasta 20.000 euros, con tipos crecientes desde ahí. La clave era aumentar el número de personas que lo pagan pero con menos tipos.

El catedrático de Hacienda de la universidad de Castilla-La Mancha, Juan José Rubio, señala que tanto la reforma de Sucesiones como la de la plusvalía municipal «mortis causa» dependerán el uno del otro. «Si Sucesiones desaparece o queda en nivel muy reducido, la plusvalía se debería mantener para gravar las transmisiones "mortis causa", que son, al fin y al cabo, una transmisión susceptible de generar rendimientos futuros al heredero», apunta.

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