Las familias perdieron un 37% de su riqueza entre 2008 y 2014

La crisis española ha erosionado la riqueza de los hogares y su renta a medida que se disparaba el desempleo y estallaba por completo la burbuja inmobiliaria. El Banco de España publicó ayer la Encuesta Financiera de las Familias, documento con datos trienales que escudriña la situación del bolsillo de las familias y muestra una detallada radiografía de quién ha perdido más en los años de zozobra económica. La principal conclusión es que las familias perdieron un 37% de su riqueza neta –es decir, descontando al patrimonio que tienen los hogares su pasivo– entre 2008 y 2014. Este descenso fue del 22% desde 2011 a 2014.

La familia española más representativa presentó en 2014 un patrimonio de 119.400 euros en su valor mediano, es decir, el dato central de la distribución.

El Banco de España recomienda este indicador ya que la media aritmética tiene un sesgo al alza excesivo por las familias de mayor riqueza. De hecho, la riqueza bajó menos de media entre 2011 a 2014, solo un 7,7%.

Los jóvenes aparecen dentro del campo de perdedores de la crisis. Por edades, los hogares con un cabeza de familia menor de 35 años son los que han tenido un mayor impacto negativo en su patrimonio y sus ingresos. Su riqueza neta mediana ha menguado un 94% durante la crisis: de 81.700 euros en 2008 y los 69.700 euros de 2011 ha bajado a 4.900 euros en 2014.

Los analistas achacan este fuerte descenso a que, por un lado, ha disminuido el número de jóvenes propietarios de vivienda –que constituye el principal patrimonio de este colectivo–y que, por otro, los hipotecados menores de 35 años compraron sus viviendas en pleno boom y han visto cómo sus casas se han depreciado durante la crisis pero no así los préstamos para pagarlas. Así, su patrimonio se ha reducido y su deuda se mantiene, por lo que su riqueza neta se ha desplomado.

La depreciación de la vivienda ha tenido un fuerte impacto en el bolsillo de los hogares. Representa el 46% de los activos que tienen las familias, un porcentaje que supera el 80% entre las clases medias y bajas. Los valores inmobiliarios cayeron un 44,3% en términos reales entre 2007 y 2014. Desde 2011 se redujeron un 20,3%. En el mismo periodo, el Ibex 35 se apreció un 20%. Ello suavizó la disminución de patrimonio de las clases altas, que son los que tienen mayores inversiones en Bolsa.

Así, la pérdida de riqueza y renta ha estado lejos de ser homogénea. Todos los colectivos pierden, pero el impacto es menor entre los que más tienen. El 10% de las familias que más poseen redujeron su riqueza neta un 7% entre 2011 y 2014. Una familia estándar de este grupo atesora 789.000 euros. Al otro lado de la tabla, el 25% más pobre redujo su riqueza un 93% hasta los 500 euros de 2014. Si en lugar de la mediana se coge en este colectivo la media aritmética, la riqueza es negativa, de -1.300 euros: es decir, estos hogares tienen de media 1.300 euros más de deuda que activos.

Como señalan fuentes del Banco de España, el 1% de los hogares atesoraban en 2014 el 20% de la riqueza en España, mientras que en 2011 el porcentaje era del 16,87%, por lo que la desigualdad aumentó estos años. En renta, el 1% ganaba un 11% de los ingresos en 2014 frente al 7,7% de 2011.

Las rentas también se vieron afectados. El hogar más representativo de España ganó 22.700 euros en 2014, un 9,56% menos que en 2011 y un 18% más bajo que en 2008. En los jóvenes el recorte ha sido mayor: las familias cuyo miembro principal no llega a 35 años ganan un 22,9% menos que en 2011. De hecho, sus ingresos casi se igualan por primera vez con los de los hogares cuyo cabeza de familia era un jubilado, con 20.900 euros los primeros y 20.800 los últimos. Entre 2011 y 2014 los trabajadores ya retirados fueron los únicos que elevaron sus rentas, con un alza del 11,3%.