El presidente de la CE, Jean-Claude Juncker
El presidente de la CE, Jean-Claude Juncker - REUTERS

La CE exige al nuevo Gobierno ajustes extra sobre el presupuesto de 2016

Bruselas pide las cuentas detalladas de comunidades y ayuntamientos y más concreción en las medidas de ahorro

MADRID Actualizado: Guardar
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Los tiempos políticos son unos y los de la economía otros. En la Comisión Europea han tomado nota del resultado de este domingo en las elecciones generales en España pero, sobre todo, le recuerdan al nuevo Gobierno de Madrid que tiene que presentar cuanto antes su plan presupuestario para 2016, habida cuenta de que los Presupuestos Generales del Estado aprobados por el Ejecutivo de Mariano Rajoy no estaban lo suficientemente detallados.

Fuentes del Ejecutivo comunitario afirman que el nuevo proyecto presupuestario tiene que incluir el detalle de las partidas de gasto de comunidades autónomas y ayuntamientos, capítulos que no estaban concretados en el presupuesto que envió el Gobierno a Bruselas en octubre. En ese momento el Gobierno anunció, por ejemplo, que las comunidades mejorarán un 8,7% su financiación en 2016, lo que suponen 7.400 millones de euros adicionales, que se suman a otros 2.900 millones en ahorro de intereses por las medidas de liquidez a tipo cero que el Gobierno central ha puesto a su disposición, lo que supone un aumento presupuestario de 10.300 millones de euros.

Recortes adicionales de gasto

Otro de los capítulos que quedan por concretar son las medidas adicionales de recortes de gastos o de aumento de ingresos para lograr una mayor reducción del déficit público. Cabe recordar que para el próximo año el Gobierno saliente ha pronosticado que el déficit público se quedará en el 2,8% del Producto Interior Bruto (PIB), frente al 3,5% previsto por la propia Comisión Europea en sus previsiones macroeconómicas del mes pasado. Esta diferencia de siete décimas no es baladí ya que, si se suman a las tres décimas de diferencia de déficit previstas para este año en el que estamos, del 4,2% previsto por el Gobierno al 4,5% que pronostica la Comisión Europea, la diferencia entre los dos ejercicios se eleva a 10.000 millones de euros, equivalente al 1% del PIB.

El Eurogrupo ya ha ido advirtiendo al ministro de Economía, Luis de Guindos, en las últimas reuniones celebradas en Bruselas de la necesidad de ajustes adicionales, pero el mensaje no ha calado porque el Gobierno de Mariano Rajoy no iba a proponer nuevos recortar de gastos o alzas de impuestos en pleno periodo preelectoral. Esa tarea será para el nuevo Ejecutivo que se forme en el país tras el resultado electoral de ayer.

Más al contrario, lo que se ha oído en España en las últimas semanas, sobre todo desde las filas del Partido Popular y en el marco de la campaña electoral, ha sido justamente lo opuesto. En concreto Rajoy ha anunciado nuevas rebajas de impuestos, más allá de las que estaban ya previstas para 2016 y que están contenidas en las cuentas públicas aprobadas. Y los incrementos de gasto comprometidos por PSOE y Podemos nada tienen que ver con los ajustes requeridos.

La Comisión Europea le dio a España dos años extra en 2013 para situar el déficit público por debajo del tope del 3% que marca el Pacto de Estabilidad, al igual que a otra serie de países que tenían desequilibrios en sus cuentas. Bruselas concluyó que, además de España, tienen riesgo de incumplimiento de sus presupuestos, en todos los casos por demasiado optimismo en el lado de los ingresos tributarios, Italia, Austria y Lituania.

Las recomendaciones" de la Comisión Europea para España no se limitan a reducir el descuadre de las cuentas públicas. El mercado laboral es otro de los elementos sobre los que ha puesto el foco, dada la elevada tasa de paro que registra nuestro país y una de las más elevadas de la Unión Europea desde hace años.

Más flexiseguridad

En este capítulo la receta, según explican las mismas fuentes, es poner en marcha un sistema de protección social más moderno, popularizado con el término de origen anglosajón "flexiseguridad", que pasa entre otros aspectos por reducir el subsidio de paro a cambio de aumentar los recursos para buscar empleo, tal y como funciona hace muchos años con buenos resultados en Alemania y en Suecia.

También en relación con el mercado laboral, y siempre partiendo de la base de que la regulación en esta materia no es europea sino competencia de cada uno de los países, Bruselas volverá a pedir al nuevo Gobierno que reduzca la actual segmentación del mercado laboral, o lo que es lo mismo, que baje la protección a la contratación indefinida en favor de los contratos temporales para equilibrar la situación.

Otra de las señales de alarma lanzadas por la Comisión Europea en su último informe sobre España se refiere al elevado endeudamiento privado que hay en España, y que se suma a la elevada deuda pública, por lo que ha pedido "una acción más determinada para mejorar la competitividad de la economía española para crear mayores superávits y reducir así los desequilibrios del sector exterior".

Unidad de mercado

Otro de los mantras que aparece siempre en todas las recomendaciones que hace el Ejecutivo comunitario sobre España hace referencia a la necesidad de mejorar el funcionamiento del mercado interno español, mediante una correcta aplicación de la ley de unidad de mercado, una norma que aprobó el Gobierno del PP, pero que todavía no se aplica en su totalidad. La realidad es que, por ejemplo, las grandes superficies pagan determinados impuestos en unas comunidades autónomas y en otras no, al igual que pasa en otro tipo de normativas relacionadas con la construcción o con la circulación de camiones, entre otras, en definitiva una serie de trabas que perjudica a la eficacia de las empresas y por tanto a la creación de empleo.

En materia de plazos, la Comisión Europea respetará los tiempos de la política pero las fuentes consultadas recuerdan que en febrero realizará informes en profundidad sobre la situación económica de todos los países europeos, por lo que sería aconsejable que antes de esa fecha el nuevo Gobierno español enviara a Bruselas su nuevo plan presupuestario, sobre la base del enviado u otro nuevo.

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