Aumenta la necesidad de cubrir el cuidado de hijos, enfermos, mayores o en situación de dependencia
Aumenta la necesidad de cubrir el cuidado de hijos, enfermos, mayores o en situación de dependencia - FOTOLIA

Esperando la regulación de los Servicios a la Persona

En el escenario más optimista permitiría reducir las dramáticas cifras de desempleo en España prácticamente a la mitad

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Un yacimiento de dos millones de empleos. Se calcula que la regulación del sector de los Servicios a la Persona (SAP) podría generar ese número de puestos de trabajo entre contratos legales directos e indirectos. Un montante que en el escenario más optimista permitiría reducir las dramáticas cifras de desempleo en España prácticamente a la mitad, de 4 a 2 millones de parados y en un periodo de tiempo de solo cuatro años.

El "discurso" suena tan electoral que resulta extraño que no lo haya exprimido en campaña alguno de los partidos políticos que se han medido en las urnas. Quizá se deba al hecho de que esta no ha sido una campaña de propuestas concretas sino más bien de ataques directos, y para empezar a pensar en la regulación de un sector cuya actividad se mueve principalmente en las resbaladizas arenas de la economía sumergida se necesitan medidas muy específicas que favorezcan tanto a empleadores como a empleados, sin causar una profunda merma en las arcas del Estado.

Ojo, muchos de esos trabajadores en la práctica ya existen, pero facturan sus servicios en "negro" o en "gris" (cotizando menos horas de las que en realidad se trabajan) por lo que, oficialmente, pasan a engrosar las estadísticas del paro, cobren o no alguna prestación.

La estimación de esos dos millones de posibles empleos -y por tanto también la tesis sobre la que se sostiene su viabilidad- procede de la Asociación Española de Servicios a la Persona (AESP), la patronal de un sector que, sin existir como tal en el mercado español, trabaja desde 2009 con el objetivo de alcanzar una regulación que permita aglutinar todos estos servicios centrados en la persona, a través de la aprobación de una serie de reformas en el marco legislativo y, especialmente, en el fiscal. El punto de equilibrio, defiende este asociación, está en "lograr que el coste total del servicio para el usuario sea muy semajante en la economía legal y en la sumergida", tanto si el titular del contrato es un particular como si es una empresa de servicios, punto en el que como patronal insisten.

Empleo de calidad

"Se trata de dar respuesta a una creciente demanda de bienestar por parte de los ciudadanos, creando las condiciones idóneas para poder acceder a dichos servicios. Si incentivamos su uso dentro de la economía formal se producirá un importante desarrollo empresarial y se creará empleo de calidad, con lo que disminuirá drásticamente el número de parados y el presupuesto en subsidios de desempleo y pagos por rentas mínimas", expone Javier Benavente, presidente de AESP.

"Tiene todavía más sentido profesionalizar este tipo de servicios si pensamos que estamos hablando de un segmento de la economía sumergida intensivo en personal y que satisface necesidades básicas e imprescindibles para los ciudadanos, especialmente para las personas más vulnerables: mayores, niños, enfermos, discapacitados...", subraya.

El desarrollo que la sociedad española ha experimentado en los últimos 30 años ha permitido, entre otros progresos, un enorme incremento de la esperanza de vida y la incorporación definitiva de la mujer al mundo laboral. Dos avances que, a su vez, han tenido un gran impacto en la tradicional estructura familiar, evidenciando la necesidad de cubrir tareas esenciales como el cuidado de hijos, personas enfermas, mayores o en situación de dependencia, el apoyo escolar, mantenimiento de viviendas... Obligaciones, todas ellas que, remuneradas o no, asumía y sigue asumiendo prácticamente en exclusiva la mujer, contribuyendo así de forma negativa a mantener las diferencias laborales y salariales entre ambos sexos. Una situación insostenible en el tiempo si se combinan dos variables como el continuo descenso de la natalidad y el progresivo envejecimiento de la población femenina.

El factor demográfico

"El trabajo que genere este sector, por la propia evolución de la sociedad española, con una pirámide de población invertida, será cada vez más demandado y sostenible a largo plazo", asegura Benavente. "Servirá -continúa- para crear empleo y autoempleo no deslocalizable dentro de todo el territorio nacional, con especial incidencia en las zonas rurales, donde hoy existe una gran deficiencia de estos servicios. Y también entre las mujeres, de mayor o menor cualificación pero fácilmente formables".

Las reformas propuestas desde la AESP compilan lo ya avanzado en otros países del entorno europeo. El ejemplo más cercano es el de la Ley Borloo, en Francia, "que abarca diferentes aspectos laborales, sociales y fiscales, para conseguir una verdadera mejora para empresas y trabajadores, una ayuda efectiva para los usuarios de estos servicios y el afloramiento de más de un millón de empleos sumergidos estimados", resume la patronal.

Medidas que se refieren a la reducción de las cotizaciones de la Seguridad Social para la contratación de este tipo de servicios a través de empresas que los faciliten, similares a las ya establecidas en el caso de "particular a particular". También a la eliminación o aplicación de un IVA súper reducido, puesto que el coste no es deducible para particulares y que la Unión Europea contempla esta posibilidad en su Directiva IVA, en el caso de actividades intensivas en economía sumergida. Desgravaciones fiscales especiales en el IRPF para aquellas personas que adquieran estos servicios para sí mismas o para su entorno familiar, o la opción de un crédito o devolución de impuestos para quien esté exento de hacer la declaración o su resultado sea negativo. Y además desgravaciones fiscales especiales en el Impuesto de Sociedades para las empresas que faciliten dichos servicios a sus clientes, empleados y familiares de los mismos, entre otras.

En el caso de los Servicios Sociales y Ley de Dependencia –donde el 50% de las prestaciones se entregan en dinero, según la AESP– proponen la emisión de un bono o "cheque" que limite el uso de las cantidades entregadas a los beneficarios para este fin y de forma legal. "De esta forma se optimizarían los recursos públicos entregados, se contribuiría a la creación de empleo y por la tanto a la autofinanciación del sistema, dando más opciones a los usuarios para elegir entre diferentes proveedores", sostiene la patronal.

Lucha contra el fraude

"El objetivo de estas medidas es que afloren los servicios que hoy en día se están realizando en tareas de servicio a las necesidades de las personas y de las familias. Se intenta que los trabajadores que ofrecen ese tipo de servicios sin declararlos se animen a darse de alta en el Régimen de Autónomos o en el de Sociedades, con unas condiciones que hagan que les compense regularizar su situación", afirma Sandalio Gómez, profesor de Dirección de Personas de IESE Business School. "Para ello –continúa– el "gancho" es ofrecerles un trato a favor, tanto en las cotizaciones a la Seguridad Social de esta clase de trabajos como en el tratamiento fiscal".

Pedro Aznar, profesor del departamento de Economía, Finanzas y Contabilidad de ESADE Business & Law School, coincide con Gómez en que "la reducción de costes de Seguridad Social, al menos de forma temporal, tiene un claro efecto de disminución en los costes del trabajo y, por tanto, favorece la contratación, combinando esta medida con una lucha más eficaz contra el fraude, que hoy sale gratis". "La eliminación del IVA sin embargo –reflexiona– abarata el precio del servicio al ciudadano pero no veo tan clara la relación con el empleo. Además genera un problema de agravios comparativos con otros servicios que también podrían considerarse básicos para el ciudadano". Ambos expertos ven de forma adecuada las desgravaciones en el IRPF.

"No sé si podrían generar tantos puestos de trabajo con estas medidas –concluye Gayle Allard, economista de IE Business School–, solo la mitad ya sería un éxito rotundo".

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