El número de españoles que ganan más de 600.000 euros creció un 34% en 2015

El número de declarantes de IRPF subió por primera vez en la crisis en 2014, a rebufo de la vuelta al crecimiento de la economía española. Un año después, en el ejercicio en el que España volvió a crecer al ritmo precrisis –un 3,2% ese año–, los contribuyentes vuelven a subir pero algunos aumentan más que otros. Los que declararon unos ingresos superiores a 601.000 euros crecieron un 34% en 2015 y fueron los que más se incrementaron en dicho año: frente a los 5.394 que había en 2014 en 2015 había 7.249. Ello supone volver al nivel más alto desde los 8.049 que había en 2008 entre este tramo de rendimientos. Eso sí, ahora pagan más impuestos: si entonces cada uno tributaba 137.371 euros de media, ahora por barba pagan 180.590 al Fisco en IRPF.

El crecimiento de contribuyentes fue mayor en 2015 entre los tramos más altos que en los bajos. El siguiente nivel de ingresos que más repunta es el de los que declaran ganar entre 150.000 euros y 600.000, que en 2015 creció un 18,5% hasta los 74.820 contribuyentes. Este crecimiento se repite en todos los niveles hasta que se llega a los 21.000 euros: losque ingresan menos de este tramo bajan frente a 2014.

Los contribuyentes que ganan más de 600.000 euros solo suponen un 0,04% del total, pero pagaron al Fisco 1.308 millones de euros en 2015. Al repasar los importes que Hacienda devuelve o ingresa por cada tramo se vislumbra donde queda la clase alta o media. En total, Hacienda devolvió 2.992 millones de euros en 2015 más de los que ingresó. El tramo donde la Agencia Tributaria comienza a ingresar son las rentas que van de los 60.000 a los 150.000 euros. Esta es la franja que separa la clase media de la media-alta, a ojos de Hacienda.

La clase media quedaría en los tramos centrales. Como fuere, al observar las cifras de declarantes, el 40,25% dicen ganar menos de 12.000 euros, el 25% declaran de 12.000 a 21.000 y el 16,38% de 21.000 a 30.000 euros. Solo un 3,7% dicen ingresar por encima de 60.000 euros.

Precisamente, 2015 además fue el año en el que entró la reforma fiscal. La rebaja del IRPF amplió la reducción por rendimientos de trabajo de 13.250 euros a 14.450, por lo que la Agencia Tributaria advierte de los efectos que puede tener sobre la estadística. Ese año se bajaron los impuestos sobre todo a las rentas medias y bajas y los siete tramos del IRPF quedaron reducidos a cinco.

Donde los contribuyentes que ganan más de 600.000 euros aún no han recuperado el nivel es al comparar con 2007, antes de la crisis. Entonces había 10.580 contribuyentes con este nivel de ingresos, por lo que el número se ha reducido un 34,4%. Por el contrario, ahora hay más españoles que declaran de 21.000 a 60.000 euros o menos de 12.000 euros.