Productos falsificados incautados por la Policía
Productos falsificados incautados por la Policía - ARCHIVO

Los españoles, entre los europeos que más falsificaciones compran

Una encuesta de la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO) muestra que un 11% de los españoles reconoce haber comprado este tipo de productos, cuatro puntos más que la media comunitaria

Madrid Actualizado: Guardar
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España está concienciada en la lucha contra las falsificaciones y la piratería, pero es más tolerante con estas prácticas que el resto de la Unión Europea. Una encuesta realizada por la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO) a 26.555 europeos refleja que el 96% de los españoles creen que la protección frente a estos delitos es importante pero un 11% reconoce haber comprado falsificaciones. Son cuatro puntos porcentuales más que la media de la UE.

El precio parece ser el principal atractivo de estos productos. Un 70% de los consumidores nacionales admiten que cambiarían este hábito si se ofrecieran alternativas asequibles a las falsificaciones. Es una cifra siete puntos porcentuales por encima de la media de la Unión Europea, del 63%.

Aún así, el 75% de los encuestados reconocieron que la adquisición de falsificaciones arruina a empresas y destruye empleos.

Las diferencias con el resto del viejo continente se mantienen a la hora de analizar el consumo de contenidos audiovisuales en internet. El 77% de los españoles que accedieron ilegalmente a contenidos en línea protegidos por derechos de autor afirmaron que dejarían de hacerlo si se ofrecieran alternativas asequibles, seis puntos porcentuales por encima de la media europea.

Desde una perspectiva conjunta, lo cierto es que los consumidores europeos cuestionan hoy menos las falsificaciones que hace unos años. La tendencia es especialmente notable entre el público joven. Según la encuesta de EUIPO, un 15% de los consumidores de entre 15 y 24 años reconoce haber comprado una falsificación en el último año, nueve puntos porcentuales más que en 2013.

Un 41% de los jóvenes sostiene además que es aceptable la compra de falsificaciones si el producto original era demasiado caro. Por otra parte, una tercera parte de todos los encuestados dice que dejarían de comprar estos productos si existieran alternativas asequibles.

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