El secretario general de la OCDE, Ángel Gurría
El secretario general de la OCDE, Ángel Gurría - EFE

España es el segundo país donde más disminuyó la fiscalidad sobre el salario en 2015

Sin embargo, nuestro país se mantiene por encima de la media, con una tasa del 39,6%, según un informe de la OCDE

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España fue, tras Grecia, el segundo país donde más disminuyó la fiscalidad sobre el salario en 2015 de entre los 34 analizados por la OCDE en un informe publicado este martes, y que revela que por segundo año consecutivo se estancaron las tasas sobre el trabajo.

De media en los países desarrollados, la carga fiscal sobre el salario medio fue el año pasado del 35,9%, estable por segundo año consecutivo, tras haber aumentado de forma constante desde 2011, indico la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

Este indicador es el resultado de sumar los impuestos y cotizaciones sociales pagadas por trabajadores y empleadores y la resta de las prestaciones familiares que se reciben, y dividirlo por los costes totales de la mano de obra para el empresario.

En 24 países la carga fiscal subió con respecto a la de 2014, mientras que en ocho disminuyó. De entre estos últimos destaca el caso de Grecia, donde bajó un 1,27%, y España, donde disminuyó un 1,16%. Sin embargo, ambos países se sitúan por encima de la media, con el 39,6% en el caso de España y un 39,3% en el de Grecia.

También bajaron los impuestos al trabajo en Estonia (1 %), Holanda (0,59 %), Irlanda (0,47 %), Bélgica (0,28 %), Noruega (0,25 %) y Reino Unido (0,15 %). En el resto de los países, ese indicador subió, excepto en Hungría y en Chile, donde se mantuvo estable. El crecimiento más pronunciado se registró en Portugal (0,86%), seguido de Italia (0,76%), Australia (0,69%) y Luxemburgo (0,64%).

Variación del IRPF

El informe de la OCDE indicó que el principal factor de subida de las cargas sobre el trabajo fue la variación del impuesto sobre la renta de personas físicas, en la mayoría de los casos por haber aumentado la proporción de los ingresos sometidos a esa imposición.

De la misma manera, el impuesto sobre la renta fue el factor esencial en la mayoría de los países en los que la fiscalidad sobre el trabajo se redujo, con excepción de Estonia, Grecia y Holanda, que también registraron una bajada de las cotizaciones a la seguridad social.

En cinco años, la carga fiscal sobre el trabajo se incrementó en 24 de los 34 países de la OCDE, mientras que se redujo en otros 9. Entre 2010 y 2014, la imposición media del trabajo en la OCDE creció un 0,9%, mientras que entre 2007 y 2010 había caído un 35%.

Bélgica fue el país donde más impuestos laborales hubo, un 55,3 %, seguido de Austria (49,5 %), Alemania (49,4 %) y Hungría (49 %). Las cotizaciones más bajas se registraron en Chile (7 %), Nueva Zelanda (17,6 %) y México (19,7 %).

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