España acabó 2016 con su mayor superávit exterior en medio siglo

La balanza por cuenta corriente hasta octubre superó los 15.600 millones, cifra récord en la serie histórica que arranca en 1960

MADRID Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La economía española lleva cinco años financiando al resto del mundo, algo que nunca había ocurrido desde que arranca la serie histórica de la Comisión Europea en 1960. La balanza por cuenta corriente, que recoge el saldo de pagos entre España y el extranjero, registró entre enero y octubre un superávit récord de 15.640 millones de euros, un 62,5% más que en el mismo periodo de 2015, según los datos publicados por el Banco de España el pasado viernes. Se trataría del mayor superávit exterior en 56 años, ya que supera el dato del conjunto de 2013, que hasta ahora marcaba el máximo en la serie histórica.

Hasta que llegó la crisis, la economía española no había cosechado superávit en su balanza por cuenta corriente desde 1973.

Durante los años en los que aumentó la burbuja, España se nutrió de financiación del exterior hasta acumular un déficit récord de 104.277 millones de euros en 2007. Desde entonces, esta brecha se ha ido cerrando hasta cosechar superávit en 2013. Con la recuperación, el crecimiento que se ha generado desde entonces no ha dependido de los recursos del exterior, algo inédito en la historia reciente española.

La favorable marcha de las exportaciones, las menores compras al exterior y el récord de turistas que se produjeron el año pasado están detrás de los buenos datos de 2016. Las transferencias por turismo y viajes así como por servicios en general fueron superiores a las de 2015.

La balanza por cuenta corriente mide el intercambio de bienes, servicios y rentas con el resto del mundo. Al sumarle la balanza de capital, el superávit con el exterior de España hasta octubre alcanzó los 25.971 millones de euros, otra cifra sin parangón en la serie histórica. En este indicador, España ya salió de déficit en 2012,algo que no ocurría desde 1997, cuando se obtuvo un modesto colchón con el exterior de 472 millones.

La ganancia de competitividad y el desendeudamiento de empresas y hogares ha contribuido a la corrección. Como analiza el «think tank» EuropeG, si entre 2007 y 2015 la balanza de pagos ha salido de déficit y ha mejorado su posición en once puntos del PIB, la mayor parte de la recuperación se debe al comercio de bienes no energéticos (con 5,9 puntos de los once) y a las rentas primarias (2,4 puntos).

«Hasta qué punto esta nueva dinámica refleja un cambio estructural u obedece a modificaciones en la demanda generada por la crisis emerge, pues, como un aspecto crítico. Y en especial, cobra relevancia la contención en la mejora del superávit corriente a partir del momento en que la demanda interna toma el relevo como motor del crecimiento del PIB», analiza EuropeG.

Mientras que hasta 2013 el consumo estuvo en punto muerto y las exportaciones eran las únicas buenas noticias de la economía española, desde entonces el crecimiento ha ido de la mano de la recuperación de la demanda interna, lo que ha aumentado las importaciones. Ello explica que hasta 2016 no se haya superado el superávit exterior de 2013, pese a que en 2014 el PIB creciera un 1,4% y en 2015 el 3,2%.

La mejora, eso sí, no ha sido suficiente para bajar significativamente la deuda neta que tiene España con el exterior, que alcanzó en septiembre los 967.000 millones de euros, es decir, un 88,7% del PIB. Esta cifra se ha reducido frente al máximo de 2013, del 96%. Cuanto mayor sea la deuda exterior de un país, mayor es su vulnerabilidad con el resto del mundo. Este indicador mide lo que debe una economía al extranjero descontando sus activos en el exterior. Para reducir la deuda, España debe proseguir la generación de recursos propios frente al resto del mundo. Ahora es el cuarto país europeo con un mayor pasivo neto exterior tras Chipre (129,2% de su PIB), Grecia (126,4%) y Portugal (109,4%).

Ver los comentarios