Cartéles de EDP en la Bolsa de Lisboa
Cartéles de EDP en la Bolsa de Lisboa - REUTERS

La energética portuguesa EDP se dispara en Bolsa tras los rumores de fusión con Gas Natural

Fuentes de ambas compañías no han confirmado las negociaciones, pero el mercado apuesta por esta operación

Corresponsal en Lisboa Actualizado: Guardar
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La compañía energética portuguesa EDP se disparó un 4% en la Bolsa de Lisboa este martes 4 de julio, justo después de conocerse la revitalización de los planes para una fusión de la marca líder en el sector al otro lado de la frontera con Gas Natural. El hecho retrata el optimismo del mercado hacia una supuesta operación de semejante calibre, aunque lo cierto es que ni lusos ni españoles han querido confirmar la veracidad de las negociaciones.

El objetivo de crear un gigante ibérico de tales características y cuarto en el panorama eléctrico europeo se recibe, por tanto, con júbilo en el país vecino, dentro de un contexto económico en el que los movimientos en este sentido se multiplican en todos los ámbitos para estar a la altura de la competitividad vigente, tanto en Asia como en Norteamérica y Europa.

¿Están jugando al despiste tanto desde Barcelona como desde Lisboa? ¿Por qué se desvela la existencia de conversaciones a tal efecto y después se alzan los portavoces prestos a desmentir el acercamiento? Los vaivenes del mercado pueden llevar a estas condiciones, pero los analistas indican que estos planes podrían ser muy efectivos, especialmente si tenemos en cuenta que se generarían sinergias anuales por valor de 450 millones de euros.

Se da la circunstancia de que todo quedaría en casa, en realidad, porque Caixabank es el mayor accionista de Gas Natural y, al mismo tiempo, el dueño de la firma lusa BPI (Banco Portugués de Inversiones), segundo baluarte económico de EDP tras el mastodóntico consorcio China Three Gorges.

En todo caso, la iniciativa se halla en una fase de tanteo, según los primeros indicios apuntados por varios inversores próximos a los dos entornos. Si la operación llega o no a buen puerto, depende de numerosos factores, pero de momento circulan ya en Portugal listas de estimaciones sobre el volumen de negocio que se produciría.

Por ejemplo, nacería una macroempresa con un EBITDA de 8,7 mil millones de euros y unos posibles beneficios de 2,4 mil millones, en vista de que Gas Natural compite de tú a tú en España con Endesa e Iberdrola (con más fuerza incluso tras su fusión con Unión Fenosa) y EDP comanda el territorio portugués.

Si los planes llegan a concretarse, la pirámide accionarial de la empresa ibérica resultante quedaría encabezada por Caixabank (16%). A continuación, se situaría Repsol (13%). Dominio español, por tanto, una circunstancia que vuelve a levantar algunas suspicacias en el país vecino, como ya sucedió en el caso de la banca, sobre todo desde que Santander y Bankinter marchan viento en popa con sus estrategias casi antagónicas.

Los portugueses recapacitan de nuevo sobre la posibilidad de que el centro de mando se desplazase no ya a Madrid, sino más bien a Barcelona. Y esta misma circunstancia no termina de convencer a los citados socios chinos de EDP, algo recelosos a estar pendientes de las decisiones de Isidro Fainé, presidente de Gas Natural y de la Fundación la Caixa.

De acuerdo con las previsiones económicas del macrobanco de inversiones Haitong, cuya sede central radica en Hong Kong y tiene delegaciones en Madrid y Lisboa, los activos de la hipotética compañía bandera de la península ibérica totalizarían unos 90.000 millones de euros.

Las claves de la operación

El caso es que EDP completaría el frente de las energías renovables, pues ha alcanzado una posición notable en este segmento. Y acaba de realizar una venta que le ha reportado 248 millones de euros.

Se trataba de una transacción relativa a una cartera de títulos en centrales eólicas portuguesas, que totalizan un volumen de 422 megavatios. El protagonista de la adquisición no fue otro que ACE Portugal, que figura en el registro mercantil del otro lado de la frontera como empresa participada en su 100% por ACE Investment Fund, una sociedad puesta en pie por China Three Gorges, cada vez con más poder de decisión en el seno de EDP.

El dominio de esta marca en el sector de las renovables ya quedó de manifiesto, como informó ABC en septiembre de 2015, cuando dio los primeros pasos para construir la primera central eólica ‘offshore’ de la península, en la zona de Viana do Castelo, muy cerca de Galicia.

A 18 kilómetros de esta localidad, el parque de producción de energía quedará unido al continente por una suerte de cordón umbilical submarino, que hará de puente entre la instalación principal y las dependencias anexas.

Varias empresas lusas de ingeniería se implicarán en los planes impulsados por EDP, que materializará el proyecto a partir de la ‘joint venture’ que ha creado bajo el nombre de WindFloat, cuyo presupuesto supera los 20 millones de euros, en parte gracias al sustento de la Unión Europea. Los aerogeneradores correrán a cargo de la empresa especializada danesa Vestas, que los ubicará en un punto geográfico donde la profundidad de las aguas sobrepasa los 50 metros.

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