El Ejecutivo saudí cambia al interlocutor del consorcio español en el AVE a La Meca

El viaje del presidente de Renfe, Pablo Vázquez (en la imagen), a Arabia Saudí para conocer sobre el terreno la situación del consorcio español y para dialogar con las autoridades saudíes ha coincidido con una crisis de Gobierno en el país árabe, que supondrá una relevante novedad en la construcción del tren de alta velocidad entre La Meca y Medina: el ministro de Transportes, Abdullah Al-Muqbel, quien desde su nombramiento a finales del año 2014 protagonizó algunos de los altercados más intensos entre Riad y el grupo de empresas españolas, cesó de su cargo el pasado sábado. Al-Muqbel, que llegó a amenazar en varias ocasiones al consorcio Al-Shoula con rescindir el contrato si no se aceleraban los trabajos, ha sido sustituido por Sulaiman Al-Hamdan, anterior máximo responsable de aviación civil en el país (organismo conocido como GACA).

Al frente de dicha institución, Al-Hamdan se mostró partidario de la privatización de las terminales árabes, algo que le confiere, a ojos de las empresas españolas, un perfil «occidental» y, quizá, más dialogante de cara a los principales asuntos pendientes en las obras del AVE a La Meca: solucionar el problema de los sobrecostes que exigen diversas compañías por obras no previstas inicialmente, como talleres y cocheras; el reconocimiento por parte de Riad de los retrasos en la entrega de la plataforma encargada a un consorcio árabe-chino y, como se ha revelado en las últimas semanas, la demora en los pagos correspondiente a las certificaciones del mes de noviembre, que debían abonarse en el periodo entre marzo y abril.

El de Al-Hamdan es el tercer relevo que se produce al frente del ministerio de Transportes saudí desde la concesión de las obras del tren de alta velocidad, movimiento que arroja una nueva incógnita sobre el futuro de las negociaciones.