Donald Trump y Theresa May estrechan lazos en Davos

La primera ministra británica confirma que el país garantizará el libre comercio

La primera ministra británica, Theresa May, ayer en Davos EFE
María Teresa Benítez de Lugo

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Londres y Washington tratan de vender su idilio. «Nos adoramos», resumió el presidente de Estados Unidos, Donald Trump , al reunirse con la primera ministra británica Theresa May en el Foro Económico Mundial, en la localidad helvética de Davos. Afirmaciones que podrían disminuir la tensión diplomática que existe , desde hace meses, entre los dos países y que han empañado la histórica alianza entre ambas orillas.

Los dos dirigentes quisieron despejar dudas en un encuentro bilateral en el que mostraron su buena relación, después de que esta corriera peligro tras la anulación del viaje de Trump al Reino Unido en enero. «Tenemos la misma sintonía en todos los temas», replicó el presidente norteamericano.

Sin embargo, Trump y May no coinciden en su visión del comercio internacional. Si May aprovechó la tribuna de Davos para reclamar a la comunidad internacional la adopción de medidas que favorezcan el comercio global en la Organización Mundial del Comercio (OMC), Trump firmó recientemente decretos de corte proteccionista.

Según fuentes próximas al dirigente americano, el presidente pronunciará hoy un discurso que girará principalmente en torno al papel de Estados Unidos en el mundo y expondrá su teoría de que si la potencia norteamericana crece, el resto del mundo lo hará también. Así, se espera que reitere su deseo de que todos participen en intercambios internacionales realizados de forma justa.

La llegada de Trump ha despertado una gran expectación en Davos, además de hacer correr ríos de tinta y provocar manifestaciones de protesta en toda Suiza. El discurso que pronunciará hoy ante los participantes del Foro de Davos no será olvidado fácilmente y probablemente dejará huella en la historia de este organismo.

Al bajar ayer del helicóptero, que lo transportó hasta las nevadas montañas alpinas, Trump se mostró tranquilizador y declaró a los presentes que traía «un mensaje de paz y de prosperidad » y que venía para contarle al mundo «hasta qué punto América era formidable».

El presidente de EE.UU. viajó sin su esposa Melania, quien cambió bruscamente de idea el pasado lunes prefiriendo el sol de Florida a la nieve de Davos. Trump es el primer presidente de EE.UU. que participa en el Foro Económico Mundial desde Bill Clinton y lo hace en un momento delicado, en el que Washington apuesta por medidas proteccionistas

Sus últimas decisiones de política económica han despertado gran escepticismo en las administraciones de numerosos países que ahora tienen a sus representantes en la localidad suiza. Entre las más comentadas durante esta semana, el decreto firmado el pasado martes para imponer aranceles a lavadoras y paneles solares .

Junto a ello, Trump ha lanzado una importante ofensiva fiscal para favorecer la competitividad de las empresas norteamericanas, bajando el tipo de Sociedades al 21% y fomentando la repatriación de capitales a EE.UU. Todo ello para cumplir con las promesas electorales de «America First» y bajar el déficit comercial norteamericano.

La anunciada renegociación de los acuerdos comerciales internacionales, considerados como desfavorables para su país, y el alza de los aranceles son contrarias al espíritu de Davos y a la política llevada a cabo por los líderes de los principales países presentes en este Foro.

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