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Deutsche Bank resiste el ataque

Las acciones del banco cayeron el viernes por primera vez por debajo de los 10 euros

Berlín Actualizado: Guardar
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Las acciones del Deutsche Bank cayeron el viernes por primera vez por debajo de los 10 euros, tras una semana con varios mínimos históricos. Una decena de hedge funds decidieron en bloque reducir su exposición en el banco, entre ellos Millenniun Partners, Capula Investment y Rokos Capital, además de AQR Capital Management, Citadel o Luxor Capital. El movimiento arrastró a accionistas de todo el planeta, causó estragos en las bolsas e hizo tambalearse de nuevo al primer banco alemán y mayor banco de inversión del mundo, pero las autoridades alemanas y europeas no parecían alarmadas y el transcurso de las horas pareció darles la razón.

Desde el otro lado del Atlántico se filtró un rumor acerca de un inminente acuerdo entre la directiva del banco y las autoridades estadounidenses, que inicialmente habían propuesto una sanción de 14.000 millones de dólares por su implicación en las hipotecas basura que hicieron estallar la crisis financiera y que estarían dispuestas a rebajar esa multa hasta los 5.400 millones de dólares, cifra mucho más acorde a la provisión para gastos legales calculada por Deutsche Bank.

Las acciones cerraron repuntando más de un 5% y el banco cerró sus puertas con la sensación de haber resistido un ataque hostil de gran magnitud.

Además del rumor del acuerdo en EE.UU., los inversores debieron leer con atención la carta que el presidente de la entidad, John Cryan, escribió a sus empleados, publicada en medio de la tormenta y en la que, en tono tranquilizador, les recomendaba «mirar la escena completa», y recordar que «el banco tiene más de 20 millones de clientes y reservas de más 215.000 millones de euros».

«Somos y seguimos siendo un Deutsche Bank fuerte», apuntalaba. También desde el indolente BCE, cuyo presidente Mario Draghi se había desentendido el día anterior de los problemas de rentabilidad de los bancos, la también miembro del directorio Sabine Lautenschläger dio un paso al frente recordando que «los bancos están hoy de media mucho mejor capitalizados que antes de la crisis y también se ha hecho mucho en el ámbito de la supervisión, aunque en momentos de turbulencias estas mejoras del, panorama general suelen caer en el olvido». En general, las autoridades financieras alemanas deslizaban discretamente el mismo mensaje: no es lo mismo falta de liquidez que falta de solvencia.

Pero las leyes de la física de la bolsa no suelen contemplar excepciones y si las pulgas atacan con esta virulencia es porque el perro es flaco. El escandaloso nivel de exposición de derivados que arroja Deutsche Bank a setiembre de 2016 es de nada menos que 64 billones de euros, en el contexto de los 4 billones de euros del PBI alemán. La falta de elasticidad de su demanda ha disparado los CDS de su deuda junior a más de 540 y la política de tipos bajos del BCE está ahogando su ya extenuado modelo de negocio. Se calcula que tiene un déficit de liquidez de entre 5.500 y 10.000 millones de euros.

Otro de sus grandes problemas es la necesidad de reestructuración, en vías de solución pero que llevará todavía años. Y viendo las barbas de su vecino pelar, su principal competidor nacional, Commerzbank, se aplica precisamente en ese capítulo. Su presidente, Martin Zielke, hizo público ayer un recorte de plantilla del 20% que calificó como «doloroso pero necesario para poner en forma el banco para el futuro». Zielke considera que el problema de los grandes bancos alemanes es que son «estables pero no rentables». No repartirá dividendos este año, pronostica un ratio de capital adicional de nivel 1 del 12% a finales de año y prevé una depreciación de activos por valor de 700 millones de euros en el tercer trimestre, periodo en el que registrará pérdidas.

Si cotizase en el Ibex

A pesar del repunte, si cotizara en el Ibex 35, Deutsche Bank estaría hoy por detrás de CaixaBank en cuanto a capitalización. Tanto Santander como BBVA valen en bolsa casi cinco veces más que el mayor banco sistémico del mundo, lo que demuestra que la cotización no responde fielmente a la estructura del sector. Y todavía puede haber más sorpresas. La facilidad de liquidez semanal en dólares que da el BCE se ha disparado esta semana sin motivo aparente. Algo está pasando con los bancos. Todo apunta a que los tipos bajos de Draghi tienen fecha de caducidad.

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