DESAFIO INDEPENDENTISTA DE CATALUÑA

Quebec perdió sin opción de retorno el 30% de sus empresas tras su último referéndum separatista

Montreal fue sustituida como capital de los negocios en Canadá por las tensiones independentistas que se vivieron en la región francófona

En Cataluña, unas 400 compañías han trasladado su sede social desde el 1-O, REUTERS

ABC

La crisis independentista en Cataluña , con la correspondiente fuga de empresas de las últimas semanas, tiene similitudes con el movimiento separatista que tuvo lugar en Quebec con la convocatoria de dos referéndums en 1980 y 1995. Desde ese último año a 2012, Montreal (ciudad más importante de esta región) perdió sin posibilidad de retorno el 30% de sus compañías, según un informe de Institut du Quebec .

«Hay similitudes, la clase empresarial no suele ser favorable a los independentismos. También está en parte ligado a las decisiones de las empresas, pero también tiene que ver con el chantaje político o económico», según ha afirmado a AFP Mario Polèse, profesor del Instituto nacional de la investigación científica de Quebec.

La victoria electoral del Partido de Quebec (PQ) en las elecciones provinciales del 15 de noviembre de 1976 inquietó a la comunidad anglófona de Quebec, minoritaria pero situada en los puestos dirigentes del sector económico. «Para los anglófonos fue desconcertante ver como un pequeño partido que ni existía electoralmente tomó el poder siete años después y prometió la independencia de Quebec», explica Polèse.

El PQ no solo prometió la celebración de un referéndum sobre la independencia, sino que en 1977 convirtió por ley al francés en el único idioma oficial de la región. El francés también fue proclamado como el idioma de trabajo en casi todas las grandes empresas y en el de escolarización de los inmigrantes recién llegados. Presos del pánico, al menos 200.000 canadienses angloparlantes abandonaron la región en los 15 años siguientes.

Toronto destrona a Montreal

Entre enero de 1977 y noviembre de 1979, Montreal sufrió la fuga de 263 empresas. En enero de 1978, la emblemática aseguradora Sun Life anunció la reubicación de su oficina central y de unos 800 empleados a Toronto debido a las restricciones lingüísticas. Otros, como el Banco de Montreal, aunque conservó su sede social en Montreal, transfirió en la práctica la mayoría de sus actividades a Toronto.

A pesar de la derrota de los independentistas en el referéndum de Quebec en 20 de mayo de 1980, la situación empresarial no cambió. Toronto ya había destronado a Montreal como metrópolis económica de Canada e incluso se convirtió en la ciudad más habitada del país según el censo de 1981.

Montreal sufrió un largo descenso a los infiernos en el plano económico. El último clavo se puso en 1997 con la cesión del poder de decisión sobre los intercambios de las acciones de las empresas por parte de la Bolsa de Valores de Montreal a la de Toronto. Diez años después, las dos Bolsas se fusionaron.

A pesar de la similar fuga de empresas, «la situación era muy diferente a la de Cataluña, había en ese momento en Quebec una situación semicolonial», asegura Polese a AFP.

Ahora queda por ver si en Cataluña esa fuga es reversible o, por el contrario, las empresas deciden no volver nunca más a Cataluña y establecer sus sedes de forma permanente en sus nuevas ciudades de destino. En el caso de Quebec -como se apuntaba al principio- el 30% de las compañías de Montreal se fueron para no volver.

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