Las citas en el calendario económico

Las reuniones de los bancos centrales, los vaivenes del petróleo y el decisivo referéndum en el Reino Unido marcarán el futuro de la economía global

Corresponsal en Berlín Actualizado: Guardar
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Junio será clave para el desarrollo de la economía internacional en 2016. Las reuniones de los bancos centrales, los vaivenes del petróleo y el decisivo referéndum en el Reino Unido marcarán el futuro de un año que se antoja determinante para consolidar la recuperación económica. Estas son las principales citas económicas de junio:

Draghi mantiene su plan a la espera de que surta efecto

Mario Draghi llega de nuevo sin los deberes hechos. La tasa de inflación interanual en la zona del euro se situó en el -0,1 % en mayo, frente al -0,2% registrado en abril. A pesar de ello no se esperan nuevos movimientos de ficha, sino un mensaje moderado y la excusa de que hay que esperar a que surtan efecto las medidas no convencionales anteriormente puestas en marcha.

Con esto el Banco Central Europeo (BCE) no contenta a los bancos, ahogados por el estrecho margen de negocio, ni a los políticos del norte, preocupados por la brecha que los tipos de interés negativos está abriendo en el sentido europeo de la población.

Los analistas prevén que el BCE abra la puerta a más estímulos monetarios a finales de año en caso de que sea necesario, mientras comienza a comprar este mismo mes deuda corporativa y a inyectar liquidez a cuatro años a un tipo del 0% o incluso menor, si los bancos comerciales prestan a la economía real.

Las empresas están listas y han emitido un 50% más de deuda que el año pasado, pero algunos expertos advierten de que ese programa reduce a corto plazo los costes de refinanciación de las empresas, mientras que a medio y largo plazo puede generar vaivenes en los precios. Seguramente Draghi podrá entretener seis semanas más a los mercados financieros con una leve mejora de las previsiones, pero solamente está mareando la perdiz mientras los gobierno europeos no terminan de hacer su trabajo, esto es, reformas estructurales.

El precio del petróleo mantiene su volatilidad

La OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) celebra hoy en Viena su 169 reunión ministerial con las mismas discrepancias que arrastra desde hace dos años sobre la propuesta de algunos de sus miembros para congelar o reducir su producción. El objetivo de esta iniciativa es rebajar el exceso de oferta de crudo que hay en los mercados y que ha provocado un fuerte descenso de los precios desde junio de 2014. La falta de acuerdo hasta ahora incrementó ayer la volatilidad del precio del petróleo. El tipo Brent osciló entre los 48 y los 50 dólares el barril. Finalmente cerró a 49,79.

Las discrepancias en el seno de la OPEP se deben a que Arabia Saudí, el mayor productor de petróleo del mundo, ha impuesto hasta ahora su decisión de no recortar su producción para hundir la industria del «fracking» en Norteamérica. Además, Irán está aumentando la suya tras el levantamiento de las sanciones internacionales e Irak ha anunciado que también verterá más crudo a los mercados. La producción de la OPEP en abril fue de 32,44 millones de barriles diarios.

La Fed se prepara para subir más los tipos

La Reserva Federal de EE.UU. subió en diciembre los tipos de interés por primera vez en una década, hasta el 0,25%-0,5%, niveles aun así históricamente bajos, y anunció cuatro subidas más en 2016, que en mayo redujo a dos por las dudas sobre el crecimiento económico globlal. El organismo podría volver a subirlos en su reunión de este mismo mes si los datos macroeconómicos de EE.UU. siguen mejorando. El primer efecto sería un fortalecimiento aún mayor del dólar, sobre todo frente al euro pues el BCE, lejos de normalizar su política monetaria, está relajándola aún más. Además, un dólar abarata materias primas. Todo ello afecta sobre todo a las economías emergentes, lo que podría afectar mucho a las grandes compañías españolas, muy expuestos por ejemplo al mercado iberoamericano.

Las empresas y la libra, en vilo por el Brexit

El referendo del 23 de junio sobre la permanencia de Reino Unido en la UE es de vital importancia para la economía británica: en caso de Brexit, el primer impacto sería una devaluación de la libra, que ya se está depreciando, pero además la isla podría perder miles de empleos en sectores como el financiero, sufrir el traslado masivo de multinacionales y perder un buen volumen de transacciones comerciales. Ahora bien, el impacto también se notaría en la economía comunitaria, al perder a uno de sus principales países, y generaría una enorme volatilidad. En todo caso, el mayor riesgo es para el proyecto europeo -unión fiscal y política, integración de mercados-, que podría verse paralizado. Por ello las empresas señalan esa votación como la mayor incertidumbre para la economía europea.

Las reformas, pendientes de las elecciones

Los mercados financieros miran de reojo a España por las elecciones generales del próximo 26 de junio. El país, pese a las reformas estructurales ya hechas y a que ahora está en la senda de la recuperación económica, tiene todavía enormes retos por delante: reducir el déficit y la deuda públicas y, sobre todo, recortar el nivel de paro. El éxito de esa tarea depende en buena parte del gobierno que salga de las urnas. Un ejecutivo sin la mayoría suficiente para aprobar las medidas que necesita España u otro que apueste por revertir todas las reformas ya aplicadas generaría un escenario de incertidumbre en la política económica fatal para la recuperación. De hecho, el servicio de estudios de BBVA ya cuantificó que esa incertidumbre estaría restando hasta ocho décimas al PIB nacional.

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