Lo más adecuado es elaborar un plan de ahorro a medio o largo plazo y, sobre todo, cumplirlo
Lo más adecuado es elaborar un plan de ahorro a medio o largo plazo y, sobre todo, cumplirlo - FOTOLIA

Cinco consejos para mejorar tus finanzas personales en 2016

Es importante planificar con tiempo el ahorro, conocer a fondo las condiciones de los productos que tengamos contratados y no sobreendeudarnos, según aconsejan en HelpMyCash

MADRID Actualizado: Guardar
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Una buena planificación financiera es la mejor forma de controlar nuestra economía doméstica y de evitar que nuestro bolsillo se vea afectado por una mala gestión. Pero no todo se reduce a llevar al día nuestras facturas. También es importante planificar con tiempo el ahorro, conocer a fondo las condiciones de los productos que tengamos contratados y no sobreendeudarnos. E l comparador de productos financieros HelpMyCash.com ha elaborado una lista con cinco consejos para mejorar nuestra economía en 2016:

1. Incrementar los ahorros sin asfixiar nuestra economía. Uno de los errores más habituales es querer aumentar los ahorros de forma considerable en muy poco tiempo. Lo más adecuado es elaborar un plan de ahorro y, sobre todo, cumplirlo teniendo en cuenta que cuanto mayor sea el plazo, menos esfuerzo nos costará.

Por ejemplo, si necesitamos 5.000 euros, resultará mucho más cómodo ahorrarlos en dos años guardando unos 200 euros cada mes, que intentar conseguirlos en solo seis meses a razón de más de 800 euros mensuales.

Con poco esfuerzo, podremos incrementar nuestros ahorros considerablemente. Por ejemplo, depositando 150 euros mensuales en una cuenta de ahorro, a final de año tendríamos 1.800 euros ahorrados, a lo que habría que sumarle los intereses devengados de la cuenta. Combinar una buena planificación con una de las mejores cuentas remuneradas del mercado, que pueden tener una rentabilidad de hasta el 7 %, es sinónimo de incrementar nuestros ahorros sin esfuerzo.

2. Decir adiós a las comisiones bancarias. En 2016 no será necesario pagar comisiones por tener una cuenta ni tampoco por solicitar un préstamo, una hipoteca o por el mantenimiento de una tarjeta. Entre la vasta oferta de productos financieros, existen muchos que están exentos de comisiones. Y la diferencia entre contratar un producto con comisiones o sin ellas es muy elevada.

Por ejemplo, pagar una comisión de apertura de un 3 % en un préstamo de 10.000 euros supone un gasto inicial de 300 euros extra que podemos evitar fácilmente contratando préstamos sin comisiones como el Crédito Proyecto de Cofidis desde el 4,95% TIN. O los préstamos personales de Cetelem y de ING Direct al 6,95% TIN, entre otras opciones.

Lo mismo ocurre con las cuentas. De hecho, ya no es necesario ni siquiera domiciliar una nómina para que la entidad nos exima del pago de comisiones. Productos como la Cuenta Corriente Operativa de Openbank o las cuentas corrientes de Uno-e no tienen comisiones de ningún tipo y para contratarlas no hace falta ni domiciliar una nómina ni mantener un saldo mínimo.

3. No dedicar más del 40 % de los ingresos a pagar deudas. Por lo general, los expertos coinciden en que no deberíamos dedicar más de un 40% de nuestros ingresos mensuales a satisfacer nuestras deudas. Pero, cuidado, ese 40% se refiere a la suma total de las deudas, en la que se incluyen las hipotecas, préstamos personales o tarjetas de crédito. Un truco para mantener las deudas a raya es no dedicar más de un 30% a satisfacer un pago en concreto para así tener cierto margen de maniobra en caso de necesitar financiación extra.

Una persona que cobre 1.500 euros netos mensuales, no debería destinar más de 600 euros a pagar el total de sus deudas. Si su única deuda es una hipoteca, podría dedicar todo ese dinero a pagar las letras, pero en el momento en el que necesitase aumentar su nivel de endeudamiento superaría ese 40%. Si en cambio dedicase un 30% a pagar la hipoteca, aún tendría un 10% extra para maniobrar en caso de necesidad.

4. Revisar las condiciones de los productos contratados. En 2016 puede ser el momento para revisar todos esos contratos que tenemos olvidados y mejorar las condiciones de nuestros productos. ¿Por qué conformarnos con una tarjeta con una TAE del 25% si se puede contratar otra al 12%? ¿Por qué utilizar una cuenta de ahorro al 1% si se puede conseguir hasta un 5%? Es importante conocer a fondo las condiciones de los productos que tenemos y eliminar todos aquellos que se pueden mejorar o que ya no necesitamos. Un buen ejemplo serían las cuentas olvidadas sin dinero que al final pueden acabar dándonos más de un susto en forma de comisiones.

5. Explorar el mercado en busca de nuevas propuestas: planes de pensiones, tarjetas balance «transfer» o minicréditos «online» para imprevistos. Nunca está de más darnos una vuelta por el mercado en busca de nuevas propuestas que en algún momento pueden llegar a resultarnos útiles. El mercado se renueva constantemente así que por qué no hacerlo nosotros también.

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