Cientos de sindicalistas protestan ante la junta de Endesa por los recortes en el convenio
CC.OO. y de UGT criticaron la «descapitalización de la compañía española» y de convertir el centro de trabajo en «una cárcel» por las fuertes medidas de seguridad
Varios cientos de delegados sindicales y de trabajadores de Endesa venidos de toda España se han concentrado hoy delante de la sede de la compañía mientras en su interior se celebraba la junta de accionistas para protestar por los recortes que quiere imponer el grupo en el nuevo convenio colectivo.
Los concentrados, unos 4.000 según los sindicatos CC.OO. y UGT, han lanzado consignas contra el consejo de administración de Endesa y, sobre todo, contra los dirigentes de Enel, la multinacional italiana que controla la eléctrica española. En la junta estaban tanto su presidenta, Patrizia Grieco, como su consejero delegado y vicepresidente de Endesa, Francesco Starace.
Ante las acusaciones de los sindicatos de que es Enel quien está imponiendo sus condiciones en las negociaciones del convenio, el presidente de Endesa, Borja Prado, respondió a los periodistas al término de la junta, que «no tienen las manos atadas» en esas negociaciones. También ha dicho que «tenemos la mejor voluntad posible» para llegar a un acuerdo.
La junta se ha desarrollado con total normalidad gracias al fuerte dispositivo de seguridad que había tanto en la calle -que tuvo que ser cortada al tráfico- con la Policía Nacional, como dentro. Además, la empresa, para prevenir posibles incidentes y que la junta se desarrollase con la mayor normalidad posible, ha dispuesto el salón de actos para su celebración, en vez del patio interior como ha sido siempre habitual. No obstante, en el salón principal solo estaban los directivos e invitados, mientras que los accionistas minoritarios debían sentarse en otra sala y seguir la junta a través de unas pantallas de televisión, lo que provocó muchas quejas entre aquellos.
Durante la junta, en el turno de palabra de los accionistas, han hablado los delegados sindicales de CC.OO. en Endesa, José Manuel Falagán, y de UGT, Manuel Jaramillo. El primero ha pedido al consejo de administración que «reflexionen y rectifiquen» , mientras que el segundo ha sido más duro, calificando de «descapitalización de la compañía» lo que está haciendo Enel. «Pedimos a los consejeros que dejen de mirar a otro lado y que defiendan a la empresa». También ha dicho que «hoy es un día triste; más que un centro de trabajo es una prisión».
Asimismo, tomó la palabra Antonio Cuéllar, alcalde de Cubillos del Sil, donde Endesa tiene una planta térmica. Pidió que «el carbón nacional siga sobreviviendo« y recordó la relación de 70 años entre Endesa y este municipio.
Esta situación se repite después de que hace días cientos de trabajadores y sindicalistas se manifestaran también ante la embajada de Italia en Madrid . Entonces, tacharon de «saqueo» el nuevo convenio de Enel. En aquella concentración, el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, calificó de «insoportable» la situación.
Tanto el presidente de Endesa, Borja Prado, como el consejero delegado, José Bogas, recordaron durante sus intervenciones a Luis Polo, trabajador de la central térmica de Andorra (Teruel) que falleció en diciembre pasado en un accidente laboral.
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