El gobernador del Banco de España, Luis Linde
El gobernador del Banco de España, Luis Linde - EFE

El Banco de España calcula que el déficit no bajará del 3% hasta 2018, un año más tarde de lo que pide la UE

La entidad dirigida por Luis Linde habla de una prolongación de la actual fase expansiva del PIB, aunque a un ritmo decreciente

MADRID Actualizado: Guardar
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El Banco de España calcula que el déficit público se situará por debajo del umbral del 3% del PIB en 2018, un año más tarde de lo que exige Bruselas, al tiempo que ha mejorado su previsión para 2016, al reducirla del 4,4% al 4,1% del PIB, por encima del 3,7% exigido por la Comisión Europea.

En las proyecciones macroeconómicas para el periodo 2016-2018, publicadas este martes por el Banco de España, la entidad explica que las diferencias con respecto a los objetivos oficiales se deben fundamentalmente a que recogen incrementos más moderados de los ingresos públicos y del PIB nominal.

El Banco de España señala que se mantiene la incertidumbre en torno al proceso de consolidación presupuestaria, tanto en lo que tiene que ver con su intensidad y pauta temporal, como en lo relacionado a su composición, con lo que los cambios en la política fiscal pueden llegar a suponer un riesgo a la baja para la actividad económica.

La proyección para 2016 ha mejorado respecto a la de marzo, al incorporar la información de la Actualización del Programa de Estabilidad, que incluye medidas adicionales de control del gasto público por valor de 3.500 millones de euros, de los que 2.000 millones se corresponden con el ajuste presupuestario del Estado y el resto con medidas que se esperan que adopten las autonomías.

Por otro lado, la entidad central prevé que la economía española avance el 2,1% en 2018, lo que implica que se mantendrá la desaceleración del crecimiento que espera que comience este año con una subida del PIB del 2,7%, frente al 3,2% de 2015, y que seguirá en 2017 con un incremento del 2,3 %.

La Dirección General de Economía y Estadística (DGEE) del Banco de España publica este martes por primera vez proyecciones para el año 2018, dentro de la contribución de la entidad española al ejercicio conjunto de previsión del Eurosistema.

El Banco de España calcula que se seguirá creando empleo a tasas elevadas en relación al crecimiento del PIB, lo que permitirá disminuciones adicionales de la tasa de paro, que a final de 2018 se situará en torno al 17% de la población activa.

Los precios de consumo se recuperarán en línea con la subida proyectada para el precio del crudo y con el repunte gradual de la inflación subyacente (sin energía ni alimentos frescos), lo que elevará la inflación un 1,7% en 2018.

Desaceleración del crecimiento

En términos generales, la entidad habla de una prolongación de la actual fase expansiva, aunque a un ritmo decreciente, que seguirá apoyándose en los progresos realizados en la corrección de los desequilibrios de la economía y en la persistencia de unas condiciones favorables para la financiación gracias a la política expansiva del Banco Central Europeo (BCE).

El crecimiento se irá frenando a medida que pierdan fuerzan los elementos transitorios que han impulsado la economía, como la bajada del precio del petróleo, la depreciación del euro o algunos estímulos presupuestarios, lo que se compensará en parte con una recuperación paulatina de los mercados de exportación.

La demanda nacional seguirá tirando de la economía, con crecimientos elevados del consumo de los hogares y de la inversión empresarial, en tanto que la aportación negativa del sector exterior (exportaciones e importaciones) tenderá a hacerse nula.

No obstante, el Banco de España señala que la hipotética adopción de medidas estructurales que mejoren el funcionamiento de los mercados e incrementen la productividad podrían elevar las previsiones de crecimiento económico para el periodo.

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