El ex director gerente del FMI Dominique Strauss-Kahn
El ex director gerente del FMI Dominique Strauss-Kahn - AFP
LA MALDICIÓN DEL FMI

DSK: las bajas pasiones se impusieron a la alta política

Los escándalos sexuales acabaron con la carrera y las aspiraciones políticas de Strauss-Kahn

MADRID Actualizado: Guardar
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Al francés Dominique Strauss-Kahn (DSK) le tocó liderar el FMI en 2007 tras la espantada de Rodrigo Rato y antes de que estallara la mayor crisis económica desde la II Guerra Mundial. Casado con la periodista Anne Sinclair, DSK arrastraba cierta fama de mujeriego al llegar al FMI. Entonces era un economista que llevaba años en el mundo académico, tras ser ministro en los noventa. Sin embargo, su nombre era una incógnita.

Su labor en el FMI borró toda duda sobre la idoneidad de su elección. DSK afrontó la reestructuración de la institución y la dotó de un liderazgo inusitado frente al perfil bajo de sus predecesores. Ante este arrollador empuje, todo parecía indicar que Strauss-Kahn utilizaría su puesto en el FMI como trampolín para ser el candidato socialista en las elecciones presidenciales galas.

Su popularidad volaba alto entre los franceses y su nombre resonaba como la gran esperanza blanca de la izquierda europea.

Entonces llegó 2011 y su carrera hacia el Elíseo saltó por los aires. Nafissatou Diallo, una inmigrante guineana, le denunció por haberla atacado el 14 de mayo de 2011, en el hotel de Nueva York donde ella limpiaba, afirmando que la había golpeado y violado.

Cinco días después, dimitió como director del FMI. Las pruebas parecían inculpar al político, pero este fue absuelto tras un suculento acuerdo monetario con la camarera. El glamour de la fama de seductor de DSK desapareció y se destapó un rosario de sórdidos escándalos olvidados. Entre ellos, en 2012 se le acusó de estar involucrado en una red de proxenetismo internacional con orgías en París, Nueva York, Washington y Lille. Aunque él negó saber que las mujeres eran prostitutas y la Justicia le absolvió, el litigio sacó a la luz escabrosos detalles sobre su vida sexual. La depravación se impuso al talento político. Su matrimonio y su carrera se consumieron así entre truculentos escarceos y perversiones sexuales.

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