El acuerdo de Pesca con Marruecos, pendiente de la Justicia europea

El Protocolo de Pesca UE-Marruecos 2014-2018 cumple ahora dos años de vida inmerso en un enfrentamiento jurídico, que ha tensado las relaciones entre el país africano y la Unión Europea. Las razones de este choque tienen su origen en la disputa sobre la soberanía del Sahara Occidental y el hecho de que tanto este acuerdo pesquero como el comercial, que se firmó en 2012, se aplique también a esta zona.

El Frente Polisario, que reclama la autodeterminación del Sahara, ha recurrido estos acuerdos al entender que Marruecos no puede decidir sobre este territorio. El Tribunal de Justicia Europeo le ha dado recientemente la razón y ha suspendido el acuerdo comercial, subrayando en su fallo que el Consejo Europeo «debía asegurarse de que no existían indicios de una explotación de los recursos naturales del Sahara Occidental, bajo control marroquí, susceptible de ir en detrimento de sus habitantes y de atentar contra sus derechos fundamentales».

El auto judicial mereció la respuesta inmediata de las instituciones comunitarias que el 19 de febrero interpusieron un recurso de casación. Este recurso fue apoyado por España, junto con Bélgica, Alemania, Francia y Portugal, países que, por primera vez, aparecen como «partes recurrentes» en apoyo del recurso presentado por la Unión Europea en un documento fechado el pasado 9 de junio.

Tribunal de Justicia

En este texto, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea admite la participación en el litigio de la Confederación marroquí de Agricultura y Desarrollo Rural (Comader). En el documento anterior que figura en los textos oficiales del caso solo incluía como parte recurrente al Consejo de la Unión Europea, la institución que presentó el recurso contra la sentencia dictada el 10 de diciembre de 2015.

En este marco de recursos encontrados se celebró el pasado día 12 en Tánger un Encuentro de profesionales de la Pesca, organizado por la Comisión Mixta Hispano-Marroquí, constituida el 22 de enero de 2011. En la intensa reunión, en la que se dieron cita cerca de un centenar de representantes del sector pesquero de ambos países, se puso de manifiesto que nuestro país puede interceder en la resolución de este conflicto para que ambas partes alcancen una solución consensuada y que resulte satisfactoria.

El malestar de las autoridades marroquíes ante esta situación lo puso de manifiesto el ministro de Pesca, Aziz Akhannouch, que abogó por el papel de España para destensar esta situación e hizo un llamamiento a la justicia para «aclarar» la repercusión de su decisión.

«España es un socio histórico, un gran país amigo de Marruecos y en los últimos años las relaciones comerciales han sido sumamente positivas», insistió Aziz Akkannouch para remarcar el protagonismo que concede a nuestro país en el desbloqueo jurídico.

Acuerdo clave

La importancia de mantener vivo este acuerdo pesquero centró una buena parte de las intervenciones de esta jornada de debate, en la que también se abordaron algunos aspectos del mismo que podrían mejorarse.

Una de estas cuestiones se refiere a la ficha técnica número 1 del Acuerdo de Pesca, relativa a la obligación de desembarque en los puertos marroquíes del 30% de las capturas, por parte de la flota de cerco, con base en la localidad gaditana de Barbate. Las conversaciones que mantuvo el sector español con la secretaria general de Pesca de Marruecos dieron finalmente sus frutos, como así comentó a este periódico el secretario general de la Confederación Española de Pesca, Javier Garat. De este modo, se mejorará la seguridad en el puerto de Larache, las infraestructuras y la posibilidad de trasladar en camión a España el producto para ser vendido.

Las consecuencias para nuestro país de una suspensión del acuerdo pesquero pueden ser muy perjudiciales para la flota de Barbate, Conil, Algeciras, Canarias, Vigo, Marín y Ribeira. De los 126 barcos de la Unión Europea que pueden pescar en las aguas de Marruecos, 100 son españoles, aunque operan entre 60 y 70. Los tripulantes ascienden a 800.