Los acogidos a la amnistía declaran 52.100 millones, un 82% más que en 2007

Los que informaron a Hacienda de que tenían bienes en el exterior declaran bases imponibles en patrimonio de 109.200 millones en 2015, un 78% más que antes de la crisis

MADRID Actualizado: Guardar
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Las relaciones de los acogidos a la amnistía fiscal con la Agencia Tributaria son más fluidas ahora que antes. Este colectivo tuvo unas bases imponibles en el impuesto de Patrimonio un 82% mayores que en 2007, es decir, declaran que tienen mucho más que antes de la crisis, según detalló ayer la Agencia Tributaria en una nota. Los 31.529 contribuyentes que se beneficiaron de la regularización aprobada en 2012 declararon el año pasado una base imponible en Patrimonio de 52.100 millones de euros, frente a los 28.600 que decían poseer en 2007.

Ello simboliza el efecto que tuvo la amnistía a la hora de que los acogidos comenzaran a aflorar bienes que antes permanecían ocultos a ojos de Hacienda. De media, cada beneficiado por la amnistía tiene una base imponible de 1,6 millones en Patrimonio.

Sin embargo, su riqueza es mayor. La base imponible de Patrimonio es el valor del patrimonio no exento del impuesto deduciendo cargas y deudas.

En comparación, la base imponible de Patrimonio del conjunto de los españoles ha menguado un 32% entre 2007 y 2015 al pasar de 512.997 millones a 350.000 en 2015, señalan fuentes de la Agencia Tributaria. Este bajón de la riqueza sujeta al impuesto de los españoles se explica por la crisis, pero también por la bajada del tributo y las exenciones que han introducido estos últimos años algunas comunidades como Madrid, donde no se paga el impuesto. De hecho, la recaudación por Patrimonio en 2014 fue de 937 millones, muy por debajo de los 2.121 que representaba antes de la crisis.

Como fuere, una sexta parte de la base imponible de Patrimonio procede de los amnistiados. Pese a que la recaudación de la amnistía fue menor a lo proyectado -1.200 millones frente a los 2.500 previstos, los acogidos a la regularización ahora informan con más detalle de su patrimonio. Después de la regularización en 2012, el Gobierno endureció la Ley Antifraude. La medida estrella de la misma fue la declaración de bienes en el exterior -el modelo 720-, que obliga desde 2013 a quienes tienen bienes y derechos en el extranjero mayores a 50.000 euros a informar de ello a Hacienda cada año.

En su caso también informan más a Hacienda de sus posesiones. Su base imponible en Patrimonio engordó un 78% entre 2007 y 2015: de declarar 61.100 millones antes de la crisis pasaron a 109.200 millones el año pasado. Es decir, un tercio de la base imponible de Patrimonio procede de contribuyentes con bienes en el extranjero.

Al igual que el exvicepresidente del Gobierno, Rodrigo Rato, casi todos los que se acogieron a la amnistía presentaron el modelo 720 después. La base imponible de los contribuyentes que regularizaron y después declararon bienes en el exterior asciende a 46.000 millones en 2015, casi el doble que los 23.900 millones de 2007, cantidades similares a las que se acogieron a la amnistía.

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