José Sevilla, consejero delegado de Bankia
José Sevilla, consejero delegado de Bankia - abc

Bankia espera elevar el crédito a pymes y autónomos un 10%

El consejero delegado de la entidad, José Sevilla, asegura que en 2015 se dan las condiciones «favorables» para que el crédito vuelva a crecer

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Bankia ha puesto el foco de su negocio en los autónomos y las pymes. Según ha asegurado el consejero delegado de la entidad, José Sevilla, durante su intervención en el XXII Encuentro del Sector Financiero organizado por ABC y Deloitte, Bankia espera elevar en un 10% el saldo del crédito concedido a pymes, autónomos, así como las operaciones de consumo. Esto supone un 3.000 millones de euros.

Las nuevas condiciones económicas que se perfilan en 2015 permiten elevar las previsiones de crecimiento de crédito, según ha explicado el ejecutivo, que ha destacado que el actual es un entorno «favorable».

Durante su intervención, Sevilla ha hecho balance de los dos últimos ejercicios, los más críticos de su historia, cuando la entidad presentó un plan que incluía un cambio radical del gobierno corporativo y la renovación completa de los consejos tanto de Bankia como de la matriz, BFA.

«Los resultados son satisfactorios», ha asegurado. La entidad tenía varios objetivos: además de reconstruir su imagen tras la inyección de fondos públicos, tenía que recuperar la solvencia, conseguir una rentabilidad sostenible del 10% y una generación de valor que permitiera la devolución de las ayudas públicas.

«Hubo que hacer un importante esfuerzo de restructuración, y especialmente intensivo en cierre de oficinas y despidos. Pero hemos conseguido los objetivos que nos habíamos propuesto. En dos años hemos reducido en 600 millones los gastos de explotación», ha destacado Sevilla.

Después de una restructuración tan ambiciosa, las dudas se centraban en cómo iba a afectar a la franquicia y a la marca. «Este era el reto para 2014 y estamos muy contentos con los resultados», afirmó el ejecutivo. «La captación de recursos de clientes ha aumentado y se ha dado un fuerte impulso a la actividad comercial. La entidad tiene ahora 21.600 clientes más en el último trimestre del año, un 50% mas que en el primero», ha explicado.

La rentabilidad es otra de las claves del negocio bancaria en el actual escenario de bajos tipos de interés. «Es un escenario que hay que manejar con mucho cuidado», ha advertido, porque «presionará la rentabilidad del activo y limitará la capacidad de remunerar los depósitos». «Diferenciarse en precio cada vez es más complicado», ha destacado.

En este contexto, Bankia quiere seguir desarrollando su modelo de distribución, con 1.850 oficinas comerciales, 150 oficinas ágiles y 30 centros de recuperación que gestionarán el 70% de la mora del grupo este ejercicio. Por último, Sevilla ha recordado que el mercado está mejorando y que el banco está en posición de desinvertir para reducir los activos improductivos de su balance.

Incentivos

José Sevilla también se mostró convencido respecto a la polémica creada sobre la legalidad o no de los activos fiscales diferidos (DTA por sus siglas en inglés), que está bastante claro que los DTA monetizables de los que se está hablando computan como capital. «El tema es si son ayudas de Estado y las consecuencias que pueda tener eso. Nosotros estamos tranquilos. Pensamos que la reforma que se hizo por parte del Gobierno cumple con todos los condicionantes para no ser ayudas de Estado, así que no nos genera más preocupación".

A la pregunta de si la investigación abierta por competencia europea puede ser una excusa para pedir más capital o limitar el dividendo a las entidades financieras, Sevilla respondió de forma negativa y explicó que «el BCE ya ha fijado los objetivos de capital para 2015. Los de 2016 se hará a finales de año. De aquí a entonces el tema estará aclarado y centrado. No creo que sea una excusa para nada. Es un debate de si son ayudas de Estado o no».

Para el consejero delegado de Bankia este asunto puede que efectivamente tenga un componente algo más político que económico, ya que «hay países que estamos más afectados por los créditos fiscales. Esto viene también porque tenemos una normativa de capital unificada para todos los bancos pero no tenemos una normativa fiscal unificada».

Y es que, fuentes financiera explican que los criterios fiscales que se utilizan en otros países, como Alemania, a la hora de reconocer los créditos fiscales son diferentes a España o Italia. Por tanto, «el debate a medio y largo plazo es cómo unificar la normativa fiscal para por lo menos garantizar que las entidades financieras, ya que afecta al capital y tenemos una norma de capital, sea igual para todos», concluyó.

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