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«Grecia es el resultado de 20 años de subsidios de la UE a cambio de nada»

Un debate de la Fundación FAES sobre el futuro de las negociaciones entre el país heleno y sus acreedores supone una prueba para la credibilidad de la eurozona

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La Fundación FAES ha celebrado la segunda edición de su «Mesa de Economía», sobre Grecia y el futuro del euro. Las conclusiones han sido claras: la situación actual de Grecia es consecuencia de las malas políticas de los gobiernos helenos durante dos décadas pero que a la vez en esta crisis y en las negocioaciones de los próximos días la eurozona se juega su credibilidad.

En el día de ayer Alexis Tsipras participó en la primera reunión con sus homólogos europeos. Una cumbre informal en la que se constató que los socios europeos están dispuestos a mantener su ayuda a Grecia, pero con la condición de que el nuevo Gobierno mantenga los compromisos adquiridos.

En el debate han participado el director de la cátedra del Sistema Financiero Internacional de IE Business School, Fernando Fernández, y el Chief Economist de CEMEX, Manuel Balmaseda.

Moderados por el director de Economía y Políticas Públicas de FAES, Miguel Marín, han abordado también de que forma la nueva realidad griega puede provocar un efecto espejo en nuestro país, en virtud del hermanamiento de Podemos con Syriza.

Pese a que la eurozona cuenta ya a sus espaldas con una larga travesía gobernando la tormenta perfecta que ha significado esta crisis, no solo en el ámbito económico sino para todo el andamiaje institucional de la unión monetaria, es en las próximas semanas cuando se juega su futuro. Las negociaciones en curso de Grecia con la Eurozona representan para Fernando Fernández «la prueba de la verdad a la unión monetaria». «El gobierno griego ha planteado un ultimátum a Europa de imposible recogida», ha afirmado. «Lo que Grecia plantea es que un país siga siendo soberano dentro de la unión monetaria, elija su política fiscal y económica, y los socios acepten refinanciarlo. Eso es lo que no puede pasar y lo que está en cuestión».

La conclusión en este punto es clara: ayudar a Grecia, que pueda seguir en el euro, pero que cumpla las reglas. En este sentido Balmaseda ha afirmado que «lo mejor sería que el problema de Grecia se solucionara dentro de Europa y eso diera consistencia a las reglas europeas». «El ceder a Grecia es pan para hoy y hambre para mañana. En algún momento Europa tiene que plantarse y decir ‘estas son las reglas’ y ‘ustedes tienen que decidir», ha añadido.

Aislar el problema de Grecia

Balmaseda ha celebrado que «el problema de Grecia se ha aislado del problema de Europa». Ya no está en cuestión el futuro del euro en su conjunto. A juicio de Fernández, «el euro es sostenible y debe ser permanente en su estado actual, pero nadie puede evitar que un país se quiera suicidar», en alusión a la posible decisión de Grecia de salir del euro.

El efecto que las negociaciones en Grecia puedan tener en el resto de países preocupa, aunque se tiene la convicción de que el barco es a día de hoy más fuerte para superar los escenarios de incertidumbre. Aunque han advertido de que para España sería «malo» que la actual negociación con Grecia se dilate en exceso en el tiempo. Y respecto a la negociación Balmaseda cree que «cualquier alternativa para España y para Europa que valide programas populistas tipo Syriza es negativo», en tanto que «el mensaje avivaría las opciones populistas y porque aquellos que han sido más ortodoxos se verían cuestionados en sus reformas».

Preguntados por Marín sobre si la permanencia de España en el euro sigue en duda, Balmaseda ha contestado que «España 2014 no es España 2012». Ha valorado que la situación es muy distinta, y que todos los organismos e instituciones están revisando al alza las perspectivas de crecimiento de la economía española.

El problema real de Grecia

En relación a la deuda griega, pilar de las negociaciones, Marín ha asegurado que «el principal problema de Grecia no es la deuda», que sin embargo «está siendo utilizada por el gobierno griego como señuelo para alcanzar otros objetivos». A este respecto Fernández ha valorado que «Grecia está saliendo de la recesión gracias a las políticas de ajuste. La situación no es culpa del programa de la UE, sino de la falta de medidas económicas adoptadas por los gobiernos griegos en los últimos 20 años», traducido en falta de crecimiento, enorme peso del sector público, prevalencia de monopolios, captura de rentas… «Grecia es el resultado gráfico de 20 años de subsidio permanente de la UE a cambio de nada», ha descrito el catedrático del IE Business School, lo que Balmaseda ha calificado como «un sistema perverso de incentivos». «Esos son los problemas que hay que atajar», han diagnosticado.

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