El presidente de Repsol, Antonio Brufau
El presidente de Repsol, Antonio Brufau - efe

Repsol casi duplicará su tamaño con la compra de la canadiense Talisman por 10.400 millones

En la operación, aprobada por ambas empresas, la española pagará 6.640 millones de euros y asumirá una deuda de 3.760 millones de euros

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El consejo de administración de Repsol aprobó ayer por la tarde la compra de la petrolera canadiense Talisman Energy por 10.400 millones de euros, incluida su deuda. La operación fue cerrada la semana pasada en Calgary, en la provincia canadiense de Alberta, por directivos de Repsol que se trasladaron hasta aquella ciudad, situada a unos 80 kilómetros de las Montañas Rocosas.

En esta operación, anunciada esta mañana a la CNMV y aprobada y valorada positivamente por los consejos de ambas empresas, Repsol pagará 8.300 millones de dólares (6.640 millones de euros) y asumirá una deuda de 4.700 millones de dólares (3.760 millones de euros). La compra se llevará a cabo a través de una oferta pública de adquisición de 8 dólares estadounidenses (6,4 euros) por cada acción de Talisman.

Según Repsol, se trata de la mayor operación realizada por una compañía española en el exterior en los últimos cinco años.

Con la adquisición amistosa de Talisman Energy, la petrolera española no solo vuelve a ganar músculo tras la expropiación, en abril de 2012, de su filial argentina YPF, sino que casi duplicará su tamaño actual. Desde entonces, su objetivo era comprar una empresa o activos de hidrocarburos en países de la OCDE que tienen una notable seguridad jurídica, ya que el presidente de Repsol, Antonio Brufau, no quería volver a tropezar en la misma piedra de invertir en zonas jurídicamente inseguras.

Para conseguir este objetivo la petrolera disponía de más de 10.000 millones de euros. Además de contar con un alto nivel de liquidez, que alcanza los 9.000 millones, Repsol ingresó en los últimos meses unos 9.460 millones en tres operaciones: 5.000 millones por la venta de los bonos soberanos recibidos del Gobierno argentino como compensación por la expropiación del 51% de YPF, 3.200 millones por la venta de su negocio de GNL (gas natural licuado) a Shell y 1.260 millones por colocar en el mercado el 11,8% que mantenía en YPF.

El crudo abarata la compra

Al principio, el equipo directivo de Repsol analizó varias compañías, como las canadienses Talisman Energy, Sunridge Energy y Pacific Rubiales, así como la estadounidense Marathon Oil. Los contactos con Talisman Energy se hicieron más serios e intensos desde el pasado verano y ahora, con la caída del precio del petróleo, ha considerado que era el momento oportuno, ya que la empresa canadiense se había abaratado en Bolsa en las últimas semanas. Sus títulos cotizaban por debajo de los 6 dólares tanto en Toronto como en Nueva York.

Repsol considera que Talisman Energy complementará perfectamente sus negocios y, sobre todo, resta su exposición en Hispanoamérica y la aumenta en la OCDE. De hecho, el 70% de las reservas de la compañía canadiense están en países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos.

Con sede en Calgary y presidida por Hal Kvisley, tiene unos 2.800 empleados -la misma cantidad que posee Repsol solo en su negocio de exploración y producción- repartidos en 18 países (desde EE.UU y Canadá a Reino Unido, Noruega, Colombia, Argelia y hasta en Papúa Nueva Guinea). Tras su adquisición, la petrolera española sumará 28.000 empleados en más de 50 países.

La producción de Talisman Energy es de 300.000 barriles diarios, de los cuales, el 60% son de gas natural. De ese total, el 50% procede de Norteamérica y el 35% del sureste asiático. Después de la operación, Repsol alcanzará una producción de unos 680.000 barriles diarios, lo que colocará al grupo español entre las petroleras más importantes del mundo.

Planta de Canaport

Con esta operación, Repsol consolida su presencia en Norteamérica y, más concretamente, en Canadá. Allí construyó en 2009 una planta de regasificación -Canaport-, la primera que se levantaba en la costa este de Norteamérica en 30 años. En ella participa con un 75% y el 25% restante pertenece a Irving Oil. Está ubicada en Saint John (New Brunswick) y tiene una capacidad inicial de suministro de 10 bcm/año (10.000 millones de metros cúbicos de gas). La terminal es una de las más grandes de Norteamérica y abastece a los mercados de la costa este de Canadá y del noreste de EE.UU. a través del gasoducto Brunswick.

Precisamente, en las última semanas se ha conocido que la petrolera española está buscando socios para reconvertir la planta de Canaport para que en vez de recibir gas, pueda exportarlo. Esto se debe al auge del «fracking», que va a convertir a Norteamérica en exportadores de crudo y gas en lugar de importadores. Canaport es una planta de regasificación, donde descargan los buques el gas natural licuado (GNL) que transportan en estado líquido a -160º C. Para exportarlo tiene que ser una planta de licuefacción, que transforma el gas en su estado natural a líquido para su transporte en barco.

Además, Repsol tiene en Canadá derechos mineros sobre siete bloques exploratorios, que suman 2.519 km2 de superficie neta. Curiosamente, la Cámara de Comercio Canadá-España premió en 2010 a Repsol como Empresa del Año en Canadá en reconocimiento a la apuesta que la compañía había realizado en aquel país durante los últimos años.

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