Vela aventura

Los Mini 650 también quieren volar

«Arkema 3» es el más revolucionario con foils basculantes y vela mayor tipo ala. Límite de 84 plazas para participar en la MiniTransat 650 de 2017, ya hay más de sesenta inscritos

Vigo (Pontevedra) Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El año 1997 marco el inicio de una de las regatas bianuales más importantes del calendario transoceánico para navegantes en solitario a bordo de los Mini 650, la regata Mini Transat entre las costas atlánticas francesas y las del continente americano, con una parada en las islas Canarias. Hasta el año 2000 el total de la flota competía toda junta sin diferencias entre los prototipos y los barcos de astillero, el que llegaba primero era el ganador; pero desde 2001 la flota se dividió en dos grupos bien diferenciados, uno para los prototipos y el otro para los barcos de serie.

imagen

La Mini Transat nació en respuesta a las grandes regatas trasatlánticas, pero con un espíritu más aventurero. Para la navegación, a bordo solo se permitía utilizar el sextante para poder situarse en la carta, y desde no muchos años GPS y VHF; todo lo demás relativo a súper comunicaciones está prohibido.

A lo que si le dan alas es la concepción de los prototipos, dentro de unas normas de seguridad; pero fue en esta Clase Mini 650 donde apareció la primera quilla pivotante (Michel Desjoyeaux con un diseño de 1991, y donde se han probado los nuevos foils que ahora utilizan los novísimos IMOCA 60; es un laboratorio tecnológico muy avanzado, y una gran palestra para los marinos que aspiran estar entre los grandes.

En los últimos veinte años el diseño de los Mini 650 se ha ido modificando, más manga a popa, la aparición de la quilla pendular en el 91, en 2011 las llamativas proas redondas inspiradas en los Scow; y este año 2017 el objetivo ya es volar.

imagen

Uno de los Mini 650 es el “Arkema 3” del equipo que dirige Lalou Roucayrol, patrón del Multi 50 Arkema; que junto al arquitecto naval Romaric Neyhousser, han creado una bomba para esta próxima edición de la Mini Transat. Además de la proa redonda, lo más innovador son los foils basculantes (con puntas hacia afuera), que además de poder desplazarse perpendicularmente hasta los 3 metros respecto a línea de crujía del barco, también se pueden mover arriba y abajo sobre un eje.

imagen

Los dos timones son basculantes, con un sistema muy parecido al de los IMOCA 60, que además llevan un foil en cada pala. La vela mayor tipo ala (no es un mástil rígido, es una estructura recubierta con tejido realizado por la velería Incidence, inspirada en los Clase C). Y frente a los típicos botalones que giran en proa a babor o estribor sobre el eje del stay; en este caso, además de poder hacer esa función es retráctil, han ideado un sistema que permite desplazar el stay a barlovento o sotavento sobre un carril, y a través de una pieza especial el botalón se desplaza hacia proa o popa, hacia el exterior o el interior de la cubierta. Ciertamente la empresa química Arkema ha puesto toda la carne en el asador en este nuevo Mini 650, hasta el extremo que han decidido utilizar una resina de epoxi reciclable llamada Elium.

Uno de los diseños radicales de la flota Mini 650 es el prototipo que patronea el suizo Simon Koster; su “888 – EIGHT CUBE” tiene proa redonda, con foils en los timones y en las derivas lateras, con las puntas hacia dentro, van bajo el casco del velero. Un diseño realizado por la empresa francesa MerForte, dirigida por Michel Desjoyeaux, que ha jugado mucho con el volumen general de todo el casco, en especial la cubierta. De alguna manera es una evolución de la idea del 747 de Raison.

Otro de los Mini 650 voladores es el SEAir 747, una evolución sobre 747 original Magnun, concebido y construido por David Raison (con proa redonda, que tanto llamo la atención). El nuevo equipo lo ha modificado para que pudiese despegar, para lo cual le han instalado unos foils con las puntas hacia afuera, y llevan ocho sensores electrónicos que permiten controlar el trimado ideal en función de la velocidad del barco, intensidad del viento, etc. Las pruebas han sido satisfactorias, ahora traban en diferentes configuraciones para que el velero pueda mantenerse sobre el agua el mayor tiempo posible.

Como dice el equipo SEAir, hoy en día la creación de energía no es un problema, pero su aprovechamiento es mucho más complejo.

Ver los comentarios