Vendée Globe

Dídac Costa: «Volver a la Vendée en las mismas condiciones sería absurdo»

«Sufrimos mucho, quizás demasiado, para sacar adelante este proyecto y no quiero repetir esa situación»

Barcelona Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El regatista barcelonés Dídac Costa, recibido en Barcelona como un héroe después de finalizar el pasado 23 de febrero la Vendée Globe (Vuelta al Mundo en solitario) ha señalado que "sería absurdo volver a hacer esta prueba en las mismas condiciones de esta vez. Lo de ahora ha sido un poco ir a sobrevivir".

"Si pudiera hacer otra Vendée, sería con otra orientación. Sufrimos mucho, quizás demasiado, para sacar adelante este proyecto y no quiero repetir esa situación", ha añadido el regatista.

Costa, un hombre tranquilo, reconoció que, tras los 108 días que invirtió en su singladura, acabó "bien a nivel físico, cansado". "Pero la última noche pude dormir y sin problema. Dicen que si los últimos días de navegación son movidos, después no puedes descansar en tierra porque todo se mueve; esta vez no fue así".

También fue curioso el hecho de que no perdió casi nada de peso. "Me pesaron a la llegada y no había perdido apenas nada. Lo que sí perdí fue masa muscular en las piernas, pero eso depende de la complexión física de cada uno. Perdí más peso en la Barcelona World Race y eso que éramos dos tripulantes (Aleix Gelabert fue su compañero)", ha relatado.

Ha pasado un mes desde su llegada a la meta y reconoce que aún no lo ha asumido del todo. "Estoy muy satisfecho. Cuando finalmente puede tomar la salida (cuatro días después que el resto la flota por una avería) y vi que tenía 28 barcos por delante, solo pensé en que iba a hacer lo que pudiera porque yo solo quería llegar. Después de todo, haber finalizado el décimo cuarto es una verdadera pasada".

No recuerda ni lo que le pasó por la cabeza al cruzar la línea de meta. "El recibimiento que tuve cuando llegué al puerto de Les Sables d'Olonne fue tan espectacular que me impresionó de tal manera que no tuve tiempo de pensar en nada, pero sí que me saltaron las lágrimas. ¡Lo había logrado¡".

El peor momento de toda la singladura fue cuando, el 6 de noviembre, treinta minutos después de la salida se le rompió un manguito del tanque de lastre y tuvo que volver a puerto con las baterías anegadas y el generador inutilizado. Parecía que todo se había acabado.

"Eso (abandonar) se me pasó por la cabeza. El casco estaba inundado, las baterías dañadas, la parte eléctrica y de electrónica afectadas. Además, teníamos poco presupuesto, pocos medios y te pones en lo peor, pero siempre te queda la esperanza y esta vez, con un trabajo titánico de mucha gente, logré volver", ha relatado.

Su profesión es la de bombero. Para poder competir, pidió excedencia y ahora debe enfrentarse a un futuro incierto aunque revela que regresar a su profesión. "Es algo que me tengo que plantear. Mi idea sería continuar para poder hacer un proyecto con cara y ojos. Vamos a ver si lo consigo porque estoy en excedencia con los bomberos y volver no será fácil"

Ver los comentarios