Otro que busca la oportuna fotografía

Teníamos muchas esperanzas puestas en el cambio de Secretario de Estado para el Deporte. Se marchó Miguel Cardenal, que ha pasado por el Consejo Superior de Deportes con más pena que gloria, y llegó, con aires renovados y con la vitola de regenerador José Ramón Lete.

Comenzó hace unos cientos de días diciendo que iba a hacerse cargo de cambiar la Ley del Deporte porque ya estaba bien de aguantar la actual que hizo el socialista Gómez Navarro. Pintaba bien. Despacio pero seguro, creíamos algunos que iba a gobernar Lete, pero pasando los días vemos que va a ser más de lo mismo. Aún no ha movido ni un solo dedo para diferenciarse de sus antecesores, y digo antecesores porque desde que Javier Gómez Navarro dejó la presidencia del Consejo Superior de Deportes, la actitud de sus presidentes ha sido de encefalograma plano.

En fin. Leo en la prensa digital, que a José Ramón Lete también le gustan mucho las fotos. Tanto es así que no ha perdido oportunidad de hacerse una al amparo del Rey Juan Carlos entregándole la licencia federativa de honor, que le concede la Federación Gallega. ¡Manda huevos!, que diría Trillo.

El Rey Emérito tiene licencia de honor para toda la vida concedida en su tiempo por la Real Federación Española de Vela, al igual que la tiene el Rey Felipe y todos los campeones olímpicos y creo que no hacía ninguna falta desplazarse a Sanxenxo a montar un paripé de entrega de licencia con el presidente de la Gallega, aprovechando que el Monarca ocupaba su tiempo libre en navegar en su nueva clase.

No pongo en tela de juicio que al Rey Juan Carlos se le dé una licencia distinta a los demás, así como tampoco que vaya a navegar a Sanxenxo con quien a él más le apetezca, lo que si digo es que un Presidente del Consejo Superior de Deportes está para ocuparse del deporte y sus deportistas y no para florearse por el territorio nacional buscando la oportunidad de una foto para salir en los digitales y en el papel cuché.

Quiero pensar, con la que le está cayendo al Partido Popular, que Lete es un hombre honrado hecho a los pechos de Fraga, que sí lo era. De lo contrario estaríamos alimentando una nueva farsa. El deporte y los deportistas deben apoyar en todo momento a su «ministro» de deportes, pero éste debe de ser recíproco y devolver a los deportistas esa confianza a modo de trabajo y de recoger cosechas, que sean mucho más que hacerse fotos con los Reyes, los Induráin, los Nadal de turno.

El deporte necesita un gobernante íntegro que trabaje para los deportistas. Está claro que Dios los cría y ellos se juntan.