Roland GarrosMurray y el peso de ser número 1

Nunca ha ganado en Roland Garros. Es una de las asignaturas pendientes, aunque también le queda el Abierto de Australia para completar el Grand Slam. No solo debe demostrar por qué está en lo más alto en el tenis, sino que tiene que coger a tiempo una temporada que no va precisamente sobre ruedas.

Uno, número que ocupa en el ranking ATP y cantidad de torneos que Andy Murray (Glasgow, 1987) ha ganado este año. Con el curso acercándose a su ecuador, los resultados del escocés parecen no mejorar demasiado y distan mucho de lo conseguido en 2016.

Murray obtuvo el primer puesto en la clasificación mundial en el Masters 1.000 de París, tras arrebatarle el trofeo en la final a John Isner.

Antes, cosechó éxitos como Wimbledon y el oro, por segunda vez en el cuadro individual, en los Juegos Olímpicos de Río. Hazaña no conseguida por nadie anteriormente. Como número uno, terminó el año de una forma sobresaliente: ganando el Masters de Londres que lo coronaría como el mejor tenista de 2016.

Pero ahí quedó todo. O casi todo. El escocés no volvió tal y como se esperaba. En lo que va de curso, tan solo ha conseguido un título, Dubai. A partir de entonces, las derrotas se han sumado en su palmarés igual de rápido que van los días en el calendario.

Sin espíritu ganador

Murray lleva 28 semanas en lo más alto de la ATP. Los puntos conseguidos en el anterior curso le avalan, pero 2017 no sigue el mismo cauce. Aún le saca mucha ventaja a Novak Djokovic, actual número dos, ya que los resultados del serbio tampoco han sido de nota.

Ambos comenzaron jugando la final en Doha, dejando constancia de que el duelo más repetido durante la anterior temporada volvía al inicio de esta. Con victoria para el serbio, Murray vería el primer chasco de la temporada en Qatar.

Tras éste, perdió en octavos de final en el Abierto de Australia, Grand Slam con el que no cuenta en su vitrina. Cayó eliminado enIndian Wells, primer Masters 1.000, en su estreno. En el Principado de Mónaco perdió también en octavos ante el español Albert Ramos Viñolas.

Los dos campeonatos de nuestro país tampoco fueron del todo bien para el escocés. Se quedó a las puertas de la final en Barcelona y en el Mutua Madrid Open se despidió de los espectadores en octavos de final. Cabizbajo, sin saber donde había quedado su juego del año pasado, llegó a Roma con la esperanza de superar todo lo anterior.

En su primer partido en el Foro Itálico, cayó eliminado frente al italiano Fabio Fognini. Tras esto, reconoce que ha preparado su participación en Roland Garros de forma discreta. También más holgada que otros tenistas, debido a su pronta despedida de Roma.

Llega a París dispuesto a defender su corona mundial. Con la ambición suficiente para ganar. Para intentar ocupar el trono de la Philippe Chatrier por primera vez en su vida. Y llevarse la «Copa de los Mosqueteros» para casa.