Rafael Nadal fue atropellado por Novak Djokovic durante la final de Doha, un partido en el que el serbio volvió a evidenciar que está a un nivel estratosférico. Lo intentó el español, pero le fue del todo imposible encontrar la manera de superar al número uno. Fue una final sin historia que tuvo una anécdota en el epílogo cuando Nadal se dirigió a un aficionado. «¿Quieres ser mi entrenador?» , le preguntó.
No queda claro si en ese momento el balear estaba enfadado con el espectador en cuestión o bromeaba, pero no parecía estar demasiado contento con el desarrollo del duelo. El cinco del mundo estaba luchando contra la adversidad cuando perdía ya 6-1 y 4-1 y la pregunta, que llegó justo después de un comentario, sonó a desafío. El español aplaudió después de la improvisada conversación y la grada entendió que era algo cómico.
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